Para conmemorar 70 años de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Facultad de Filosofía (FFi) a través de la Coordinación de Publicaciones de la FFi, presentó el libro “De calicanto y cantera: La vocación educativa de un inmueble”.
Este trabajo fue coordinado por Maribel Miró Flaquer, y en él se cuenta la historia del edificio que alberga a dicha unidad académica en pleno Centro Histórico de la ciudad, así como de algunos de los personajes que han pasado por sus pasillos.
Transmitida a través de Facebook Live y de forma presencial bajo estrictas normas sanitarias, la presentación se realizó en las instalaciones del Patio Barroco de la FFi, en donde la rectora, Teresa García Gasca, manifestó que el trabajo editorial de la Universidad es muy importante pues hay una obligación de documentar la historia y generación de conocimiento de la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
“No hay mejor homenaje para los 70 años que hablar de su historia, sus edificios y particularmente de este edificio que vio nacer a nuestra Universidad y sus muros han sido testigos de la defensa de la Universidad, de la Autonomía Universitaria y han pasado muchas personalidades de mucho talento, como lo tenemos hoy”, indicó García Gasca.
La autora, por su parte, mencionó que esta obra colectiva que integra a académicos con diferentes perfiles y vocaciones, pretende dar respuesta a algunas de las preguntas y abonar a la comprensión de periodos poco o nada analizados. Dijo que, con rigor metodológico, se acercaron a las fuentes y se consignaron a fin de tener la mayor certeza posible.
“Sabedores de la importancia histórica, arquitectónica e identitaria de este inmueble, nunca más olvidaremos el compromiso de todos aquellos que somos orgullosamente UAQ tenemos con él”, agregó.
Invitado vía remota Sergio Raúl Arroyo García, destacado investigador y académico mexicano, aseguró que a los cambios en la arquitectura nos permiten hacer lecturas para definir el contenido que alberga un inmueble. “Es decir, estamos ante un trabajo que utiliza la vida de un inmueble para convertirlo en un observatorio”, señaló.
Finalmente, la directora de la FFi, Margarita Espinosa Blas, reconoció el trabajo de todos los involucrados en esta publicación; en ese sentido, dijo que no ha sido fácil restaurar este edificio histórico ni mucho menos rápido, sin embargo, están orgullosos de lo que han logrado con el apoyo de muchas personas y que es apenas el inicio.