En el marco del 14° aniversario de la compañía Navíos Teatro Contemporáneo de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), fueron presentadas tres puestas en escena en el Centro Cultural Hangar de la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
Se trata de “El hombre libro en Macario”, “Vértigo para hombre y rata” y “Muros”, esta última traída desde Chile por el colectivo Acá Seguimos.
A lo largo de estos 14 años, Navíos Teatro Contemporáneo se ha presentado en foros nacionales e internacionales con 22 obras, las cuales abordan temas como erotismo, juventud, suicidio, educación, política e historia de México.
“Lo fundamental del teatro es el poder que tiene de hacer imaginar al espectador, es de los principios fundamentales, porque ya casi nadie imagina, se está muriendo la imaginación”, dijo Javier Velázquez Jiménez, director de la compañía.
“El hombre libro en Macario” cuenta la historia de Macario, un personaje que siempre tiene hambre y que es ayudado por Felipa a tener un bello sueño en el México profundo; esta obra muestra cómo se interviene un texto narrativo de Juan Rulfo, para pasarlo a la dramaturgia y luego al teatro.
La música corrió a cargo de Ernesto Martínez y la iluminación fue obra de Manuel Nieves. Además, actuaron Gabriela Méndez Guido, como Felipa, y Javier Velázquez, como Macario, este último, responsable de la dramaturgia y la dirección escénica.
Por su parte, “Vértigo para hombre y rata” es un texto de Gabriel Zaid, Fernando Pessoa y Samuel Beckett, inspirado en el monólogo de Gilberto Pinto. La música e iluminación también corrieron a cargo de Ernesto Martínez y Manuel Nieves, respectivamente.
En esta obra, Javier Velázquez interpreta a un hombre que aparenta poseer un toque de locura, pero que se divierte, alucina con su mascota y reflexiona sobre los diferentes acontecimientos de la vida diaria con un humor que estimula al espectador a la imaginación.
Finalmente, fue presentada la obra “Muros”, la cual muestra a tres mujeres de diferentes edades y a un hombre con alas de ángel, quienes fusionan la música y la danza, mientras el público hace un recorrido sensorial y emocional sobre los mecanismos con los que se define el amor.
La dramaturgia y dirección de este proyecto fue obra de María Soledad Lagos Rivera con la producción de Teresina Bueno, Jeavinne Valrosa y Javier Velázquez; iluminación de Pamela Maluenda; espacio sonoro de William Aravena; imágenes de Aquiles Poblete; y diseño de Isadora Carriquiry Berner y Jeaninne Valrosa.