Chicago, IL.- Pues con la novedad de que no hubo fraude en las recientes elecciones presidenciales en México. Ganó quien tenía que ganar, porque la tendencia electoral era apabullante contra los otros candidatos. No había posibilidades de manipulación y menos con la gran participación de votantes el 2 de julio.
Recuerdo muy bien el triunfo del panista Vicente Fox Quesada en los comicios del año 2000. La esperanza de los mexicanos era enorme, habían sacado al eterno PRI del gobierno federal y todo mundo anticipaba una gran transformación nacional. Pero Fox se rindió ante los sectores que viven de explotar al resto de la población y ya sabemos el resultado: el sexenio del panista fue un paso hacia un lado, no hacia adelante. Con Fox todo siguió igual y en muchos casos peor.
Los siguientes dos sexenios los únicos que pudieron progresar fueron las clases política y empresarial, conformando una mafia que -una vez más- dejó rezagado al resto del país. El enriquecimiento inexplicable de los políticos y sus protegidos continuó, hasta que salió a la luz la investigación del equipo de Carmen Aristegui sobre “La Casa Blanca”. Esa noticia fue el parteaguas que comprobó la increíble corrupción en las altas esferas del poder.
Esta vez los mexicanos decidieron sacar del gobierno a quienes por décadas han robado los recursos públicos, con la complaciente mirada de la burocracia mexicana que vive tranquila, cheque tras cheque, aguinaldo tras aguinaldo, bono tras bono.
Llegó el momento de barrer la casa. El en futuro inmediato todos los funcionarios públicos deben ser sometidos a un meticuloso escrutinio público, que todos ellos rindan cuentas precisas de ingresos y egresos; la transparencia debe ser absoluta. Y el que no lo haga fuera de inmediato e inhabilitado de cualquier cargo público por el resto de su vida.
La esperanza de una transformación verdadera entre los gobernantes de México no puede ser traicionada una vez más; las urnas hablaron con absoluta claridad. Los mexicanos acá en los Estados Unidos también esperamos un cambio radical para beneficio de nuestras familias en México.