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‘Ultimátum’

Desde el inicio de la administración de Ignacio Loyola, en Querétaro se ha intentado buscar una solución al problema del transporte público en la zona metropolitana de Querétaro. Taxivan, Taxibús, Transmetro, concesiones privadas, sindicales, RedQ y ahora Qrobús; todas han terminado en lo mismo, una mafia que controla el sistema con la complacencia de las autoridades en turno y que ofrecen un pésimo servicio que afecta la productividad de los queretanos.

Ignacio Loyola, por ahí del 2017 encabezó un muy pobre intento de ‘modernizar’ el sistema de transporte público de Querétaro, cuando trajo Transmetro, una empresa privada que con camiones de la armadora española IRIZAR, ofrecía una ‘experiencia nueva en transporte publlico.

Los Transmetro, cuyos propietarios siempre se ocultaron, ofrecían aire acondicionado, asientos reclinables, amplitud y una serie de beneficios que la falta de mantenimiento e inversión y, por qué no decirlo, el abuso de los usuarios, pronto quedaron atrás; pero, además, el intento del gobierno loyolista mantuvo vigentes las mafias de los concesionarios del transporte.

Luego, llegó Francisco Garrido que lo único que logró, fue subir el precio del pasaje, al final de su sexenio, tras perder su partido la elección contra el priista José Calzada. El sistema lo dejó intacto.

Calzada, por su parte, también intentó ‘modernizar’ el sistema de transporte. Pintó los camiones de Rojo, creó un sistema – que nunca funcionó- de cobro mediante tarjetas y se fue con ese gran pendiente.

Francisco Domínguez llegó al poder bajo dos banderas: la inseguridad y el transporte público. Seis años después, dejó el poder con ese último pendiente que tenía ‘patas pa’rriba’ a la ciudad.

Sin embargo, en el camino, Domínguez Servién logró unificar las concesiones del transporte público en el estado y crear una sola empresa: Movil Qrobús que estaba formada por varios inversionistas, entre ellos Flecha Amarilla, que también es copropietaria de la Terminal de Autobuses de Querétaro (TAQ). Ah, y también creó un Instituto Queretano del Transporte que, ni entonces, ni ahora, sirve para un carajo.

Ahora, a 25 años de ese primer intento, a Mauricio Kuri le ha tocado enfrentar el problema de un transporte público malo y enquistado en una empresa que explota a sus trabajadores, ofrece un pésimo servicio, en general con pésimas unidades y ello a pesar de que ha sido subsidiada durante los últimos 6 años y 7 meses por las autoridades locales.

Las quejas son muchas y constantes, no se cumple con los tiempos de frecuencias en las rutas; faltan camiones y ni qué decir de la ‘atención’ de los operadores.

En los últimos 13 años, el sistema de transporte público de Querétaro ha observado una involución. Su frecuencia de viajes diarios cayó 61.5 por ciento, al pasar de 650 mil viajes diarios en 2009, a apenas 250 mil viajes al día en este 2022, según el Observatorio Ciudadano de Movilidad Querétaro.

Además, el número de unidades en circulación, muestra también una caída superior al 50 por ciento pues hoy sólo circula el 38 por ciento de los vehículos que lo hacían en 2009.

Hoy, cuando menos en el discurso, ya hay una advertencia: ‘Que nos digan si pueden y si no, buscamos quién sí pueda’, dijo Kuri González a la firma ADO, quien, junto con Flecha Amarilla es la principal accionista de Movil Qrobús. Ojalá el gobernador de Querétaro haga cumplir su palabra. Digo.

Quejas, dudas y comentarios: @Paniagua_Fer7

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