En últimas fechas las aguas en la vida política nacional han estado muy revueltas debido al proceso electoral del 2018 en donde se habrá que elegir Presidente de la República. Sin duda, por esta razón, no se ha dado mucha importancia a un posible cambio en la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
A principios de mes, el SNTE decidió adelantar su convocatoria para la realización del Séptimo Congreso Nacional Ordinario, el cual se llevará a cabo en Puerto Vallarta, Jalisco, los días 12, 13 y 14 de febrero de este año.
Históricamente los congresos de SNTE se cuidan mucho, por lo que ha llamado mucho la atención que la convocatoria se haya hecho pública de una manera tan anticipada, motivo por el cual, muchos piensan que puede darse un cambio en el Comité Ejecutivo Nacional.
Los rumores, tanto en el interior del actual Comité como en el exterior, crecen día a día.
Por un lado, se tiene la percepción de que el actual dirigente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, busca que se le ratifique en el cargo, para no perder poder ante una posible alternancia en la Presidencia de la República. Pero, por otra parte, consideran que el líder magisterial anda cabildeando un escaño en el Senado o una Embajada o un Consulado.
Lo cierto es que la división en el SNTE está más fuerte que nunca.
Muchos agremiados sienten que no fueron defendidos de la mejor manera en el tema de la Reforma Educativa y que el sindicato fue entregado al Gobierno. Siempre habían sido un aliado, pero no una parte fundamental o, por así llamarlo, una estructura de un gobierno.
Aunado a eso, la disidencia sigue tomando fuerza y Díaz de la Torre no tiene nada de control sobre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, como sí lo tenía la maestra Elba Esther Gordillo.
Los nombres que se manejan en la parte “oficialista” del sindicato de los que podrían suceder a Díaz de la Torre son Alfonso Cepeda Salas, coordinador del Colegiado Nacional de Administración y Finanzas del Comité Ejecutivo Nacional; Luis Alfredo Valles, coordinador de los diputados de Nueva Alianza; y Soralla Bañuelos, apoderada legal del SNTE y secretaria general de la Sección 34 en Zacatecas, entre otros.
Pero en el interior de la vieja guardia, los cuales no están a favor de Díaz de la Torre, quieren impulsar con todo a Rafael Ochoa, quien es un aliado de Elba Esther Gordillo o a una persona cercana a él.
Sin duda, si se da un cambio en la dirigencia es que tanto Díaz de la Torre, así como Luis Castro, líder del Nueva Alianza, ya tiene posiciones amarradas, de lo contrario buscarán afianzarse y no soltarán las riendas del sindicato.
Lo cierto es que de aquí al Congreso, las aguas en el interior del SNTE sufrirán demasiada turbulencia por el control del mismo.