Entrar en la mente del gran elector (o electores), en los focus group o encuestas, que llevaron a la nominación José Antonio Meade Kuribreña, se antoja imposible.
Lo que tiene el público a la vista son datos, indicadores, que no necesariamente coinciden con el discurso que viste al ahora aspirante presidencial con un halo de perfección.
Para encontrar elementos objetivos de su gestión, y compartir la euforia o volverse un aguafiestas, vale la pena echarse un clavado en los semáforos económicos del colectivo de investigadores “México ¿Cómo vamos?”, disponibles en: www.mexicocomovamos.mx.
1.- Inflación: Tal vez el peor indicador durante la gestión de Meade. Brincó del 3.6% en diciembre del año pasado a 6.66%.
2.- Deuda pública: Llegó a crecer a tasas del 20% anual en 2015. Con la entrada Meade se moderó al 8%, aunque sigue creciendo. Actualmente supera el 50% del PIB.
3.- Inversión pública: En el último trimestre de 2016 se ubicó en el 23.5% del PIB. Al cierre del primer semestre de 2017 la inversión pública disminuyó al 21.9% del PIB.
No todo es miel sobre hojuelas ni una pesadilla. Hay un amplio catálogo de grises.