Chicago, IL.- Vamos a ponernos a tono con los dichos y diretes del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. “O todos coludos o todos rabones” dice la frase que quiero utilizar para abordar el tema de la austeridad republicana en el nuevo gobierno.
El periodista David Marcial Pérez enumera en el diario español El País una serie de cifras muy interesantes sobre la onda expansiva de renuncias, prejubilaciones y despidos entre la alta burocracia mexicana ante el plan de austeridad de AMLO.
La tijera viene fuerte: nadie puede ganar más que el presidente, es decir 108 mil pesos mensuales; con ello habrá un ajuste a 6,000 plazas de altos burócratas, que a su vez dejarán de recibir seguro médico privado (otro ahorro de 5,000 millones de pesos).
Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hay unos 70,000 puestos en rangos altos y medios dentro de la administración federal mexicana. El nuevo gobierno ya realiza recortes para acabar con el 70 por ciento de esas plazas; es decir, unos 50,000 altos burócratas dejarán de serlo.
El techo salarial y la pérdida de prestaciones es lo que más molesta a muchos funcionarios de las instituciones públicas. No en balde más de 200 jueces ya anunciaron que han promovido juicios de amparo en contra de bajarles el sueldo.
A unos días de tomar posesión, López Obrador ya aclaró que “se bajan los sueldos de los de arriba para aumentar los sueldos de los de abajo. Es justicia laboral”. Agregó que los burócratas inconformes tienen derecho a combatir su política de austeridad y sentenció que “la autoridad competente resolverá”.
“Yo creo que hay deshonestidad cuando un funcionario público acepta recibir hasta 600 mil pesos mensuales. Eso es corrupción en un país con tanta pobreza”, enfatizó.
Conforme avance esta reestructuración nos iremos dando cuenta de los enormes ahorros en las finanzas públicas que, literalmente, estaban siendo saqueadas. Ese dinero deberá ser reinvertido en infraestructura que impulse la economía nacional, con especial énfasis en la detonación de mejores salarios para el resto de la población.