El Estado Mexicano es bipolar. Un Estado “Chimoltrufia”. Así como dice una cosa, dice otra.
La revisión de las decisiones del gobierno sobre el lago de Texcoco, muestran un gobierno incapaz de planear a largo plazo, incapaz de llevar a cabo dicha planeación, incapaz hacer cumplir la ley.
El presidente Luis Echeverría Álvarez, publicó un decreto que creaba el Plan Lago de Texcoco, según consta en el Diario Oficial de la Federación del 21 julio de 1971.
Durante el sexenio de José López Portillo, en 1980, solicitó hacer diversas expropiaciones “para la construcción del Lago Dr. Nabor Carrillo”. Se ejecutaron en 1984, durante el sexenio de Miguel de la Madrid.
A finales de los años ochenta, Carlos Salinas donó al Estado de México terrenos federales desecados del lago para la construcción de vivienda.
Durante el sexenio de Vicente Fox, con el primer plan de construir en aeropuerto, se realizaron expropiaciones para reubicar el “lago”, y así mantener «una zona de restauración ecológica que permitirá el rescate del área de infiltración de agua a los acuíferos”.
Tras desechar el proyecto aeroportuario, en 2012, se creó una comisión que rescataría el ambicioso proyecto de los años 70.
Dos años después, comenzó el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que tenía como consecuencia desecar el lago Nabor Carrillo.
En 2018… ¿Qué más nos falta por ver?