Chicago, IL.- La escasez de gasolina puede explicarse por sí sola. El huachicoleo de combustible en México alcanza niveles increíbles no solamente por parte de quienes ordeñan los ductos, sino por parte de los propios funcionarios de Pemex con la colaboración y contubernio de muchos trabajadores de la paraestatal.
El hecho de que el nuevo gobierno mexicano esté identificando las fugas de gasolina y a los posibles responsables al interior de la dependencia está generando la carencia en las gasolineras, que también deben ser sometidas a una auditoría para corroborar que están vendiendo combustible comprado lícitamente.
Todos los involucrados en el huachicoleo al interior de Pemex están paralizados por el momento y los ordeñadores no alcanzan a surtir todo el combustible robado que incluso llegaba en pipas oficiales a los puntos de distribución.
La famosa “Estafa Maestra” se queda pálida si la comparamos con el turbio negocio del huachicoleo oficial, que no puede explicarse sin la plena participación del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, a cargo del priísta Carlos Antonio Romero Deschamps.
La cantidad de combustible robado a Pemex es ENORME, sobre todo a través del sistema de ductos controlado por empleados sindicalizados y funcionarios de la paraestatal, que ojalá sean plenamente identificados y procesados penalmente por sus acciones.
Poner orden en Pemex llevará tiempo, con la consecuente afectación para los consumidores. Pero a mediano y largo plazo los beneficios serán extraordinarios, porque esos miles de millones de pesos servirán para fortalecer la infraestructura pública, con la consecuente derrama para toda la sociedad mexicana.
Desde el pasado 27 de diciembre, cuando Andrés Manuel López Obrador presentó el Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburos, la Semar, la Sedena y otras 12 dependencias investigan el huachicoleo al interior de Pemex.
Hago votos porque la indagación rinda frutos. Por lo pronto ya se habla de 1,762 tomas clandestinas en Puebla, Querétaro e Hidalgo, controladas desde el interior de Pemex. Y ojalá en este proceso de limpieza caiga ese lastre que hay en Petróleos Mexicanos, de apellido Romero Deschamps.