Comenzó el mes de diciembre y con él, la cuenta regresiva para que los promotores -léase Morena y el Inquilino de Palacio- entreguen al Instituto Nacional Electoral (INE) un total de 2 millones 758 mil 227 firmas en las que soliciten la realización de un ejercicio de revocación de mandato al titular del Poder Ejecutivo federal.
Esta fecha se vencerá el próximo 25 de diciembre, luego de que, desde el 1 de noviembre pasado, comenzaron a recolectar las firmas de la ciudadanía.
La revocación de mandato, es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de la confianza y tendrá un costo, según estimaciones del propio INE de 5 mil 743 millones de pesos.
De acuerdo con los lineamientos aprobados por los diputados federales, el INE deberá llevar a cabo la promoción del voto, garantizar la observancia de los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad, objetividad, paridad y perspectiva de género.
Por todas partes se observan videos e imágenes de los ‘promotores’ de la revocación de mandato, en la que engañan o pretenden engañar a la sociedad, señalando que el ejercicio es de ratificación, cosa que falta absolutamente a la verdad.
En Querétaro hemos visto personajes como el delegado en funciones de Presidente de Morena en Querétaro, Mauricio Ruiz Oláes, quien afirma en cuanto foro le es posible que se promueve la ratificación del mandato de su líder.
Claro que de este personaje difícilmente se puede esperar otra cosa; no olvidemos que, siendo diputado local, mintió en cuanto a su formación profesional, acción establecida en el artículo 250 bis del Código Penal Federal como el delito de usurpación de profesión.
En fin, que estos personajes que insisten en fomentar un ejercicio de revocación de mandato, lo promueven como una ratificación del mismo. Mienten.
A esos mentirosillos como Don Mauricio Ruiz Olaes y a los pobres que les compran sus espejitos hay que dejarles tarea: Revocación no es lo mismo que ratificación. Cien planas para el lunes.
Revocación y ratificación son cosas totalmente opuestas y sin espacio a interpretación jurídica como algunos leguleyos de cuarta pretenden señalar.
Más allá de ello, pronto veremos cómo entregan, al cuarto para las 12, cajas llenas de firmas -ojalá que todas reales- para llevar a cabo una revocación de mandato y que, al final, el próximo año los mexicanos, por la vía del INE, terminemos tirando a la basura 5.7 mil millones de pesos. Esa consulta también fracasará y no alcanzará el 40 por ciento de participación requerida por la ley. Y si no me cree, al tiempo.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, en su artículo 35, que las consultas populares son legales cuando en ellas se registra una participación de, al menos, el 40 por ciento del listado nominal.
Hasta el corte al 25 de junio de 2021, esa lista nominal de electores tenía 93 millones 439 mil 999 ciudadanos registrados.
En otras palabras, para que la consulta obligue a alguna autoridad a actuar debería registrarse la participación de, al menos, 37 millones 375 mil 999 ciudadanos y eso, créamelo, no va a suceder. ¡Digo!
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