El pasado domingo 1 de julio, el electorado de siete de los nueve estados en donde estuvo en disputa una gubernatura, decidieron reprobar a sus actuales mandatarios, por lo que habrá alternancia en esas entidades.
Solamente los ciudadanos de los estados de Guanajuato y Puebla, optaron por la continuidad del partido que tienen en el poder, en ambos casos se trató del PAN.
Sin embargo, para varios gobernadores de los otros siete estados, los resultados pueden llegar a tacharse hasta de catastróficos.
En Tabasco, la gestión del perredista Arturo Núñez fue reprobada totalmente, el próximo Gobernador, Adán Augusto López, de la coalición Morena-PT-PES, ganó al recibir más del 60 por ciento de los votos.
De la misma manera, en Morelos, la administración del perredista Graco Ramírez fue repudiada, Cuauhtémoc Blanco ganó la gubernatura obteniendo más del 50 por ciento de los sufragios, mandando a Rodrigo Gayosso, abanderado del PRD e hijastro del actual gobernador, al tercer lugar, quien sólo obtuvo poco más del 11 por ciento del total de los votos.
Otro perredista reprobado fue Miguel Ángel Mancera, ya que la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, derrotó a la abanderada del sol azteca, Alejandra Barrales, con más de 700 mil votos de diferencia en la Ciudad de México.
En el caso del PRI, el gobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval, no pasó la prueba y su partido quedó en tercer lugar de las votaciones con 800 mil votos menos que el ganador Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano.
En Yucatán, pese a ser de los gobernadores mejor calificados, el priista Rolando Zapata tampoco superó la prueba, ya que el electorado decidió que el panista Mauricio Vila tomé las riendas del estado en los próximo seis años.
Asimismo, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, del Partido Verde Ecologista de México, tendrá que entregar la gubernatura a Rutilio Escandón de la coalición encabezada por Morena. En este caso existen versiones de que el gobierno del Estado apoyó al candidato morenista.
Finalmente, en Veracruz, los ciudadanos no perdonaron al panista Miguel Ángel Yunes, a quien acusaron que más que resolver los problemas de la entidad, se dedicó a vengarse de su antecesor Javier Duarte, por lo que su intento de dejar a su hijo en el poder, fracasó al perder la gubernatura con el abanderado de Morena, Cuitláhuac García.
Sin duda, la alternancia está cada vez más presente en la democracia mexicana. Los ciudadanos ya no perdonan que los políticos no cumplan sus promesas. Ahora falta esperar, si alguno o algunos de estos gobernadores reprobados, no terminan pisando la cárcel como varios de sus antecesores.
Tiempo al tiempo.