Enrique Paniagua | creativo
Vengo de una familia priísta, y no me da pena decirlo, me consta que hay mucha gente capaz e inteligente que vale pena dentro de ese partido, pero definitivamente Peña Nieto no es una de ellas. No soy anti-priísta, me considero anti-Peñista. No soy anti-panista, soy anti-Calderonista-Foxista-Canayincísta. No soy anti-Pejísta. soy anti-huevonístas.
No espero que sean perfectas las personas que aspiran para hacer el trabajo de presidente de nuestra nación, pero por lo menos tienen que partir de la base de la honestidad y la capacidad básica para afrontar el futuro. Necesitamos una persona preparada más que maquillada, que sepa hacer equipo con la gente más talentosa pero que no se olvide de los más necesitados. Y más que pensar en tlatoanis, héroes o mesías que vengan a salvar a México, lo importante es apoyar un modelo más participativo y menos impositivo, más horizontal e incluyente, al país lo tenemos que sacar todos adelante.
Es vital ser conscientes que estamos en tiempos de cambios de modelos y paradigmas, no hay país ni planeta que aguante el ritmo de explotación que llevamos.
Lo que realmente necesita México es conciencia política en los más necesitados, jóvenes universitarios exigiendo ser informados y no manipulados, participación ciudadana en modelos que realmente saquen a este hermoso lugar adelante. Porque como ciudadano del mundo lo único que pido es un México más chingón.
Israel Pérez Valencia | catedrático
AMLO = Incertidumbre
El primero de diciembre comienza una nueva época en el sistema político mexicano, cuyo sello principal es la incertidumbre. La razón, es que vivimos una situación inédita en la historia de nuestro país. Desde hace varios años, Andrés Manuel López Obrador es el personaje político más prominente en México –de ahí las grandes expectativas que se han generado alrededor de él– y ahora, después de una larga carrera y gran aprobación, asumirá el poder Ejecutivo. Además, el tabasqueño será un presiente cobijado, al menos en su primera etapa, por un congreso con mayoría de su partido, Morena, y con una oposición enclenque sin liderazgos importantes.
Tiene todo el escenario a su favor por lo que, a partir del 1 de diciembre, los ciudadanos estamos obligados a exigirle resultados de acuerdo a lo alto que ha puesto las trancas durante tantos años. Y aunque es impensable que cumpla todo lo prometido –por todo lo que no está en sus manos cumplir– hay un paquete de retos que debe atender de inmediato, que tienen que ver con la seguridad pública, el fomentar la generación de empleo productivo y el combate efectivo a la pobreza, que ha sido una de sus principales banderas en su trayectoria política.
Andrés Manuel López Obrador será el presidente más vigilado y cuestionado de la historia de México, eso será muy positivo para el país si implica mayor participación e involucramiento de los ciudadanos en la política, tomando en cuenta que ni el PRI ni el PAN –mucho menos el PRD– cuentan con las estructuras para ser contrapesos del poder Ejecutivo. La incertidumbre se entiende, son momentos inéditos para el país. Ojalá sea sinónimo de resultados.
Manuel J. Solis | productor
Espero más o menos lo que pasa cada sexenio; descontrol organizacional, medidas radicales, vuelta para atrás, re contratar a los que si sabían, cambios paulatinos, excusas y cacarear logros insípidos para tratar de dar la maroma.
Pienso que todos quienes llegan a la presidencia lo hacen con la firme convicción de que van a poder hacer las cosas mejor que sus antecesores. Pienso que la del presidente es una verdadera vida de servicio, y que como nadie está expuesto al escrutinio. Es como cada pareja de jóvenes que creen que inventan el amor, los celos, los rompimientos: cada uno pensamos en su momento que nuestro noviazgo de prepa era único, mágico e irrepetible. Pero como los tórtolos, los presidentes se enfrentan a la terrible realidad de que todos sus antecesores lo han hecho lo mejor que han podido, en una tarea titánica que además, no tiene instructivo.
López Obrador hoy es presidente de México, y se encuentra enfrentado a retos y exigencias similares a las que en su momento hicieron la vida imposible para Vicente Fox, quien también aplastó en las elecciones, quien también pensaba que todo lo anterior a él era basura, y quien tampoco logró lo que esperaba él, ni quienes lo apoyaron.
Sinceramente creo que AMLO es un patriota a quien se le juzgará por tener que adaptar su ideología y propuestas a una realidad cada vez más complicada. Y así debe ser. Ojalá que como electorado entendamos que cambiar de parecer y saber aprender es una característica deseable en nuestros gobernantes.
Ahora averiguaremos si puede aprender suficientemente rápido.