Han pasado 7 semanas desde mi columna pasada y la guerra de Israel contra Gaza continua, y por primera vez después de 14 mil palestinos asesinados, incluidos más de 5 mil niños, hoy hay una tregua de 4 días para intercambiar decenas de prisioneros palestinos por un puñado de rehenes israelíes.
Este tiempo ha generado uno de los mayores tsunamis informativos en la historia moderna. Como lo comenté antes, la batalla se da en 2 frentes: el territorial y en el ciberespacio. La balanza de la opinión pública que inicialmente favorecía a Israel como víctima de un horrible ataque terrorista, al paso de las semanas y el desbordante flujo de imágenes de destrucción y el conteo creciente de “daños colaterales” del lado de Gaza, ahora se inclina a favor de los palestinos.
Ante esta situación, que por supuesto alcanza todo el orbe (incluso México), ocurrió otro fenómeno con el cual los mexicanos están bien familiarizados: poner en marcha el poder del Estado cuando la propaganda no alcanza…
En la era del reinado priista de México, sobre todo en los años 70’s, tras la masacre de Tlatelolco, hablar de ello era casi imposible y quien se atrevía era desaparecido, perseguido o encarcelado.
Imaginen la misma estrategia extendido a nivel mundial. Se ha sabido en muchos países, aun en Canadá, que mientras los gobiernos expresan solidaridad y apoyo a la causa de Israel, los ciudadanos han salido en grandes masas a las calles a exigir el cese al fuego y detener la carnicería que están haciendo en Gaza; muchos la llaman ya genocidio.
En la provincia de Ontario, el partido Neo Democrático (NDP por sus siglas en inglés) sacó del parlamento a la diputada (MP) Sarah Jama, no por ser negra o discapacitada, sino por ser de las primeras en poner mensajes en redes sociales a favor de Palestina.
Se habla de casos de periodistas e incluso ciudadanos comunes y corrientes en otros países que por expresar públicamente su apoyo a la gente de Gaza y pidiendo el cese al fuego, han sido despedidos y reprimidos.
Parece increíble que una guerra al otro lado del mundo tenga un efecto tan extenso. ¿Cuál es el poder o la influencia de Israel en tantas naciones de occidente?
Los ánimos están tan calientes que la semana pasada un accidente de tránsito en la frontera entre Canadá y los Estados Unidos provocó el cierre de 4 cruces cerca de las Cataratas del Niagara. Los primeros reportes advertían de un ataque terrorista con coche bomba. Un par de horas después surgieron imágenes del estado de Nueva York mostrando a un carro perdiendo el control que a toda velocidad golpeó una banqueta y salió volando para estrellarse contra un módulo de la frontera y explotar, matando solo a sus ocupantes.
Igualmente, las autoridades canadienses han indicado que las amenazas raciales han aumentado dramáticamente. Y volvemos al manejo propagandístico: se habla de ataques “antisemitas” y de “islamofobia”. Aunque técnicamente anti y fobia significan lo mismo, existe una carga emotiva, que hace más ligero el termino refiriéndose a los judíos y más oscuro el que habla de los musulmanes.
Y ese es el propósito de la propaganda, exacerbar los ánimos, apelar a las emociones y provocar reacciones viscerales. No es una exposición de hechos irrefutables o una descripción objetiva.
Tanto en redes sociales como en medios masivos de comunicación han explotado mensajes y reportes sin cesar. Vemos historias como que Israel asegura que debajo del mayor hospital de Gaza se despliega una red de túneles (como de ciencia ficción) sumamente sofisticados desde donde opera Hamas. La televisión y redes sociales pro-palestinas describen el horror de lo que ocurre al interior del hospital, sin agua, alimentos, sin electricidad, decenas de niños que necesitan incubadoras; heridos que no pueden ser atendidos, miles de personas hacinadas huyendo de los incesantes bombardeos.
Un caso muy polémico: cuando tanques israelíes rodean ese hospital, y sacan un reporte difundido a todo el mundo como el reporte oficial de las pruebas de que ese era el centro de operaciones de Hamas: un cuarto (no un túnel) con unas cajas (donde se lee textos en hebreo) con algunas armas, “ropa de mujer”, un biberón, un papel en la pared con una lista de nombres en árabe. Siendo el hazme reír para muchos, por verse tan claramente un montaje. Muchos medios noticiosos en todo el mundo lo reprodujeron como una prueba contundente que justificaba el bombardeo de hospitales.
Tanto poder político y dinero se ha metido para defender la causa israelita que en mi canal de cable apareció de pronto un noticiero directo desde Israel transmitiendo en inglés, francés y español: I24.
CNN ha tenido que empezar a sacar algunos reportes mostrando la masacre y destrucción de Gaza, no en busca de un equilibrio noticioso, sino porque sus intereses comerciales se debaten entre la línea oficial del gobierno de Estados Unidos y sus fines mercantiles, pues las escenas de sangre, muerte y escándalo venden mucho; apelan al morbo.
En esta breve tregua de 4 días, los medios proisraelíes, han dedicado horas y horas contando historias familiares, las pobres ancianas secuestradas por los terroristas, los niños capturados que son liberados en su cumpleaños; la joven novia, por quien su prometido perdió la vida defendiéndola de los terroristas.
Los medios propalestinos, que no pierden el conteo diario que llega ya a 14 mil víctimas (daños colaterales dirían los otros), hablan de los cientos de prisioneros dejados en libertad a cambio de los rehenes. Cabe señalar que se trata solo de mujeres y adolescentes, algunos detenidos siendo muy niños; todos ellos detenidos en la zona de Cisjordania, territorio hermano de Gaza, pero es otra ubicación que se ha llamado “tierra controlada por Israel”, semejando tanto la época en que los romanos controlaban al Israel de tiempos bíblicos.
Algunos mensajes en redes sociales han comparado la actitud de Israel con lo que en su tiempo les hicieron los nazis a ellos.
El otro punto de controversia es la fecha del 7 de octubre, para unos el inicio del conflicto, cuando Hamas logró burlar el sistema de inteligencia más sofisticado del mundo. La otra versión, explica que por 70 años Israel ha reprimido, sometido y abusado de los palestinos en Gaza y en los territorios “ocupados” de Cisjordania, donde en este momento siguen las detenciones ilegales y asesinato de palestinos incluso a manos de los colonizadores israelitas.
Estados Unidos, el gran defensor del mundo libre, ahora ha sido no solo incapaz de mediar por la paz, sino que es acusado de apoyar actos de genocidio o limpieza étnica. Los nuevos héroes de la diplomacia, quienes lograron esta tregua son ahora: Egipto y Qatar.
¿Son “crueles” terroristas o “heroicos” soldados de la “resistencia” palestina? ¿Es Israel una víctima “inocente” víctima que solo busca hacer “justicia” por el “terrible” ataque que sufrió el 7 de octubre?
Ojala que el 7 de octubre palestino no quede en el olvido como quedó el 2 de octubre mexicano.
