El caso de la activista y oradora, Mayra Alejandra Dávila, que causó gran polémica y que generó una gran interacción en redes sociales, nos dejó una gran lección y un tema para la reflexión profunda.
Más allá de si la joven hizo bien o no en hacer lo que hizo; de si debió avisar a sus familiares más cercanos, si se fue de asueto o de parranda, pues los temas personales deben quedar en el ámbito privado de todos; vale la pena hacer la reflexión sobre el mecanismo de protección que las autoridades activaron –y que desde el punto de vista de esta redacción fue lo adecuado- y que permitió su localización.
El Protocolo o Alerta Alba que se activa cuando una mujer mayor de edad es considerada por sus seres cercanos como desaparecida temiendo por su integridad física, dio el resultado esperado. Esa debe ser la reflexión más importante del caso. Decir más, aduciendo la irresponsabilidad o no de la mujer, es ya mera anécdota y está de más. Lo importante es que el mecanismo opera y funciona. No lo desvirtuemos para que no termine siendo como la fábula de Pedro y el lobo.
El pasado 4 de marzo los priistas celebraron un aniversario más de la fundación de su partido y fue una celebración bipolar pues, por un lado un grupo reducido pero que tiene representatividad en algunos cuadros priistas destacados intentó tomar las instalaciones y, por el otro, uno de sus candidatos, el notario Francisco Pérez Rojas, decidió hacer una discada para sus amigos y simpatizantes, celebración que tampoco estuvo muy concurrida que digamos.
No hubo evento masivo, no hubo discursos triunfalistas, no hubo reivindicación de los ideales tricolores; la ideología fue opacada por el pragmatismo, ese que tanto daño le ha hecho a los partidos políticos y a los políticos mismos.
En el tema polémico del QroBús, las autoridades locales están preocupadas por 2 factores; resulta sospechoso que la protesta de principios de marzo se registrara con choferes que operan al 100 por ciento con el sistema de prepago, lo que da qué pensar y, por el otro, porque temen que detrás de las protestas haya manos azules pintadas de tricolor.