La última semana completa de campañas y dicen que en la UAQ andan muy ochenteros en sus gusto musicales pues todo el día andan cantando aquel éxito de Talía llamado Piel Morena pues resulta sorprendente el apoyo que directa o indirectamente la máxima casa de estudios le otorga a los abanderados de ese partido y sus coaligados, en particular al ex rector de la Casa de Estudios, Gilberto Herrera, al que le permitieron –y algunos dicen que hasta le organizaron- las porras al término del debate celebrado en las instalaciones de la rectoría la semana pasada. Dicen las malas lenguas que en la UAQ traen la piel morena.
Y a propósito de los lares ‘morenísticos’ si se nos permite el término, permítanos platicarle que aparentemente todo está listo para que la estructura creada para la operación, tanto de la promoción, como del cuidado y la defensa del voto, entre en funciones e intente blindar a sus candidatos, comenzando por su abanderado presidencial.
Lo extraño del caso es que el equipo es encabezado por un grupo de operadores no queretanos importados de otros lares y que le reportan directamente al coordinador de estructura nombrado por el mismísimo López Obrador, el zacatecano Ricardo Monreal, brincándose a la dirigencia local, lo que no ha caído muy bien en tierras queretanas.
También en los terruños de la Coalición Juntos Haremos Historia ha comenzado la preocupación pues su principal candidato local, el famoso arquero de cristo, Adolfo Ríos, parece ya haber alcanzado su techo pues en las mediciones que tienen, el ex cancerbero de la selección nacional no crece y se rezaga respecto de su principal objetivo, Luis Nava. Dicen en la casa de campaña de Morena que Ríos ya alcanzó su techo.
Y a propósito de la casa azul, el que salió bien al quite, aunque un poco tarde, fue el candidato panista, Luis Nava Guerrero, en el tema polémico que causó una fotografía en la que se le ve saludando a una ciudadana en uno de los pasillos del tianguis de La Cruz y en la que se parecía en primer plano a una mujer de la tercera edad que se dedica a pedir limosna en ese mercado. Nava dijo que la imagen le incomodó pero que le incomodaba más la pobreza y la desigualdad que se vive en México e invitó a todos a sumarse en la lucha contra ese flagelo. Bien por él.