Pasaron todos los informes y quedan datos, cifras y afirmaciones dignas del análisis y de la reflexión. Rindió su tercer informe el Gobernador del Estado quien reconoció pendientes y presumió logros. Hubo autocrítica aunque quizás no la suficiente.
Ante este informe, el tercero de la administración de Francisco Domínguez, fijaron postura representantes de los partidos políticos con presencia en el Congreso local y uno de ellos llamó la atención, el de la priista Isabel Aguilar Morales quien, pretendiendo defender a su partido, lo aniquiló negando lo innegable. Para muestra un botón.
“El Partido Revolucionario Institucional es mucho más de lo que hoy nuestros adversarios pretenden aniquilar y desacreditar, pretendiendo con esto el fin de una de las fuerzas políticas que (ha) estado presente en las últimas nueve décadas, encabezando la transformación del México postrevolucionario”.
Con esas palabras abrió su discurso la otrora lideresa tricolor en el estado, quien de plano no se midió al afirmar que son sus adversarios quienes pretenden aniquilar a su partido. No, diputada, no son sus adversarios, fueron los propios priistas y el electorado, quienes los aniquilaron, los dejaron en la lona de la que les costará trabajo levantarse aunque seguro lo harán.
Y ya que hablamos de los diputados locales que recibieron el pasado 10 de septiembre el informe del titular del Poder Ejecutivo del Estado, hubo algunos a los que se les pegaron las cobijas y, pese a ser su trabajo, de plano llegaron tarde a la ceremonia.
Los priistas Leticia Mercado, Héctor Magaña, María Antonieta Puebla y la panista Daesy Hinojosa, llegaron como alumnos en primer día de curso, lagañosos y despeinados al evento, nada más faltó que desde la mesa directiva les llamaran la atención y les bajaron un punto por retardo.
Al que de plano no le han reconocido los sacrificios que ha hecho es al panista, Antonio Rangel Méndez, quien primero aceptó ceder la candidatura a la diputación federal plurinominal que terminó en poder del Alcalde con licencia, Marcos Aguilar Vega y luego también cedió su espacio para la dirigencia estatal panista, como parte de los acuerdos entre grupos de poder panista locales. Ya cúmplanle una.