Chicago, IL.- Aunque parezca increíble, la nueva estrategia de seguridad nacional presentada por Donald Trump contiene un mensaje a Latinoamérica.
Aunque no cita a México una sola vez, el ocupante de la Casa Blanca insiste en la edificación del muro fronterizo y renegociar los acuerdos comerciales para que sean “justos” y “recíprocos”.
También la administración Trump se comprometió a colaborar con las naciones del hemisferio para luchar contra el crimen organizado, identificando a los capos y sus empresas para contrarrestar su poder.
Pero hay una parte que en verdad llama la atención: la Casa Blanca promete trabajar con Latinoamérica para detener la influencia “maligna” de China y Rusia, que literalmente le están comiendo el mandado a EEUU en el continente.
Estos competidores están ampliando su dominio en Latinoamérica con préstamos e inversiones, hecho que pone en serio peligro la influencia estadounidense en la región.
La proclamación de 68 páginas advierte que Rusia y China respaldan al gobierno de Venezuela, donde amplían sus contactos militares para la eventual venta de armas al resto de naciones en el continente.
El problema, grave por cierto, es que el descuido de los países del hemisferio, por parte de EEUU ha provocado la rápida expansión de intereses chinos y rusos, principalmente en Suramérica.
Ahora bien, recordemos que Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses.
Pero la ausencia estadounidense de su propio continente ha sido negligente y las consecuencias ahí están.
Sin embargo, la tarea para revertir ese alejamiento de Latinoamérica me parece imposible con la retórica anti-inmigrante de Donald Trump.
La nueva estrategia de seguridad nacional de EEUU advierte que “los estados democráticos del continente tienen un interés compartido en confrontar amenazas a su seguridad”.
Adicionalmente, la Casa Blanca pide “aislar a gobiernos que rehúsen actuar como socios responsables para el avance de la paz y la prosperidad”.
En papel estos conceptos lucen muy atractivos, pero no creo que la Administración Trump tenga mucha receptividad en Latinoamérica.
Lo único que puedo anticipar es que Rusia y China seguirán fortaleciendo su influencia en el hemisferio, porque de las palabras a los hechos hay un largo trecho.