Una vez más nuestra siempre protectora 4T, hizo lo suyo y publicó el plan estratégico de negocios de Pemex, para que el pueblo bueno estuviera al tanto de la visión de los tetratransformados de lo que será la paraestatal.
Sin embargo, y siempre por nuestro bien, respaldados por los vericuetos legales, el documento público dado a conocer por el gobierno, cubrió con cuadros negros, la parte incómoda, aquella de los riesgos, de la Ley de Murphy, esa parte a donde el Sr. López y su movimiento pueden tropezar, incluso “despeñarse”, esa es la parte que no le gusta a la cuarteada cuarta transformación que tragaba trigo en un trigal.
Para quienes no tragamos trigo en un trigal, nos llegó la versión completa y sin censura del plan de negocios de Pemex, la información que, siempre pensando en nuestro bien, nos la ocultan.
Así la propia paraestatal argumentó que en el texto que hizo público a los ciudadanos, bloqueó algunos fragmentos, con el argumento de que contienen secretos comerciales, amparados bajo los lineamientos del artículo 110, fracción IV de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública.
Pero como decíamos en este espacio anteriormente, el enemigo está dentro de la propia 4T, de lo contrario ¿Quién filtraría un documento que contiene información confidencial de seguridad nacional… sólo por un descuido? Nadie, nunca. El enemigo está dentro, pues oposición no se ve por ningún lado.
Como en este espacio no vamos a pregonar las buenas intenciones, (de eso estamos más que saturados), nos enfocaremos en los factores de riesgo que el gobierno de México contempla para un que el plan de negocios de Pemex, fracase.
Por ejemplo, en el texto al que tooodos ya tuvimos acceso, tiene que ver con la producción que, según los cálculos de López, ya con la incorporación de la Refinería de Dos Bocas, la autosuficiencia no existiría pues la parte “censurada” del documento dice que “En el año 2023, la participación de la gasolina producida por Pemex en el abasto del mercado nacional alcance casi el 70 por ciento de la demanda esperada».
Seguiremos importando como mínimo el 30 por ciento, ya con el elefante de dos bocas refinando el crudo para el autoabasto de gasolina.
La paraestatal, en su versión “sin censura”, prevé 12 factores de riesgo que podrían afectar la construcción y la operación de la nueva refinería, como la corrupción, retrasos, ajustes presupuestales y demás imponderables que por decreto piensan que no pueden ocurrir.
Sabemos que en la #4T, siempre tienen otros datos, no es necesario explicar más, es más probable un descenso a que exista un aumento, lo que nunca vas a considerar de un recurso natural no renovable es que se mantenga estable.
Es decir, que haya una menor incorporación de reservas (probadas, probables y posibles) y que las 1p (probadas) sean menos de las esperadas. Y con tal de seguir en su idea explorar lugares donde no exista el hidrocarburo, lesionando las finanzas de la paraestatal.
Asimismo, el robo a los ductos de Pemex, costó a los mexicanos 66 mil 700 millones de pesos el año pasado y lo que va de este parece ser que no se puede o no se quiere terminar con el problema. Un riesgo más.
Las calificadoras Fitch, S&P y Moody’s bajaron la calificación a la paraestatal y este plan de negocios, se ve con mucho escepticismo.
Riesgo total en contratos privados
Y sí, con dinero público, pues requieren la contratación de servicios, si estos contratos generan pues beneficios para todos, pero si no, el riesgo lo asume la petrolera en caso de que el proyecto no tenga la rentabilidad adecuada.
Y a la lista se suman los errores de operación, los daños a la salud o al medio ambiente, la corrupción, incluso la pérdida de mercados, son atenuantes de riesgo que la 4T no quiere que veas, para que sigas cómodo en tu burbuja de abrazos y no balazos, o algo peor, para curarse en salud y a toro pasado decir que “lo teníamos contemplado” y traernos “protegidos” hasta la siguiente elección.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero
