La elección se llevó a cabo y pierde Morena ganando, y la oposición, gana perdiendo, y como lo hemos dicho, en la política no hay sorpresas, sino sorprendidos.
“Le fallamos a Claudia Sheinbaum y al Presidente López Obrador… no logramos combatir voto de odio y temor hacia nuestro movimiento promovido sobre todo en clases medias y altas”.
Eso dijo la senadora y segunda al mando de Morena, Citlali Hernández, en una profunda reflexión y epifanía, repitiendo el discurso de su amo.
De esa infame frase, me quedo con la de “le fallamos al presidente”, pues de verdad, sí le fallaron.
Le fallaron al presidente en la Ciudad de México, la primera y más grande joya de la izquierda mexicana a la que perteneció en algún momento el presidente López, pues la tendencia en la capital fue darles una buena barrida, pues perdió 9 demarcaciones, perdió su comadre, Dolores Padierna de Bejarano, y en cuanto a diputados federales, también perdieron, además de que la gente no está contenta con el primer delfín para 2024, Claudia Sheinbaum. Increíble que ganaran Tláhuac, pero el “karma” llegó por otro lado.
Y como para todo tiene una muy buena excusa, López culpó a los medios de la derrota de su partido en la CDMX.
“Fueron diferentes factores y hay que aceptarlo como tal, hay que trabajar más con la gente, porque sí es un contraste (respecto a las gubernaturas), tener en cuenta que hay más bombardeo de medios y se siente más la guerra sucia», acusó.
Morena fue derrotada en su propio bastión y López sabe que la elección que viene, pasa por la CDMX y a su protegida, la barrieron.
La oposición en la Ciudad de México, para la siguiente legislatura, les arrebató 12 distritos.
Le fallaron al presidente sus descalificaciones, amenazas, intimidaciones al INE, pues de la mano de los ciudadanos hicieron una gran jornada electoral. López no pudo contra el INE, ni podrá ya. La democracia, de alguna manera sigue vigente.
Le falló al presidente el pueblo bueno, que le quitaron alrededor de 16 millones de votos y, en esta elección, Morena obtuvo 17 millones de votos, lejos de los 33 millones del año pasado. Se acabó el mito de los 30 millones.
Le fallaron al presidente en el Congreso, pues Morena y sus aliados perdieron 53 diputados, que se repartieron entre la coalición.
Ahora, el hijo pródigo de la #4T, es el impresentable Partido Verde, que ganó la Gubernatura de San Luis Potosí y que será fundamental su apoyo para el régimen pueda impulsar sus “proyectos”.
¿Se imaginan el sapo que se tiene que tragar López y sus seguidores cuando se tengan que sentar a negociar con el niño verde? Así será.
Pues el régimen, a pesar de que la mayoría simple en San Lázaro para la próxima Legislatura, no se compara al efecto López en el 2018, pues en aquel año, los partidos que integran la coalición se alzaron con la victoria en 226, haciendo la trampa que todos conocemos.
En la Cámara de Diputados actual, Morena tiene 253 diputados, y sumando a sus aliados PT, PVEM y PES aumentan a 332.
Sin embargo, en caso de confirmarse los resultados preliminares, el partido en el gobierno tendrá, a partir de septiembre, un máximo de 292 diputados en conjunto con sus aliados, situación que le impedirá realizar reformas constitucionales y le obligará a la negociación política con el resto de la oposición.
De ahí López lanzó un guiño al PRI para decir que necesitarían algunos diputados del PRI para avanzar.
“Bueno. Si se quisiera tener mayoría calificada, que son dos terceras partes, se podría lograr un acuerdo con una parte de legisladores del PRI o de cualquier otro partido, pero no se necesitan muchos para la reforma constitucional. Entonces, este es el panorama y esto es lo que quedó”, dijo López
Y pues el más morenista de los priistas, Alejandro Cárdenas, se dijo abierto al diálogo.
“Hay que ver qué reformas constitucionales o iniciativas presentan, en el momento en que se den a conocer propuestas buenas para el país, por lo menos, nosotros las vamos a apoyar, no podemos estar en una posición de que todo es no. De que todo es en contra”, dijo “Alito”.
López va a romper al PRI, sí o si y se va a tragar todos sus despojos, no veo otra.
Le falló al presidente su encarnación del pueblo, pues a pesar de los altos niveles de participación, algunos dicen histórico, de la jornada intermedia se registró un 48 por ciento de abstencionismo. Más de 40 millones de mexicanos que no están con López, ni con ningún otro. Lo que nos deja el dato que hoy, realmente son 17 millones de mexicanos que apoyan a Morena.
No olvidemos que hoy, la parte noroeste de la República Mexicana, centro de operaciones del cártel del Sinaloa, ahora está bajo control de Morena y la buena relación y el respeto que tiene López hacia esa organización delictiva, es más que obvio.
Ya viene la segunda mitad del sexenio, algunas elecciones estatales y un Congreso menos adecuado para la #4T, una oposición que ahí va jalando de la mano del PAN un PRI, dando su último aliento, un PRD borrado del mapa y los tres partidos chicos, como llegaron, se van.
Le fallaron al presidente sus cálculos y tendrá que comerse una que otra alimaña, ¡feliz feliz, feliz!, si es que quiere avanzar con su transformación.
Ya quedó el mapa político definido, sus actores bien identificados y las cartas sobre la mesa y como decía Jacinto: con estos bueyes hay que arar.
Tiempo al tiempo.