Fifí. m. y f. coloq. Arg., El Salv., Méx. y Ur. Persona presumida y que se ocupa de seguir las modas.
De repente los mexicanos nos vemos inmersos en dos grupos, los buenos y los malos, los fifís y los chairos.
Bueno eso sólo pasa en la mente de los fanáticos del nuevo régimen, a quienes ha logrado unir el propio López en contra de, digamos, 70 millones de mexicanos que no votaron por él, a los que ahora se suman la legión de arrepentidos que apenas en julio, eran voceros del nuevo régimen, evangelizadores de la cuarta transformación, portadores de las buenas nuevas, cuyo mejor argumento político hoy para contestar a la pregunta, siempre burlona y presumida de los fifís: ¿Cómo ves al Peje?, la respuesta es: ¡Chale!… ni me digas. Los conozco, los he visto.
Así pues corazoncitos, la autoproclamada cuarta transformación, ha logrado sembrar la división en el inconsciente colectivo del pueblo sabio de México, quien vuelca su rabia contenida contra ese monstruo de 70 millones de cabezas, llamado “fifí”.
En el asunto de la prensa fifí, bueno sólo diré que un destacado analista del sector económico y energético, tocando el tema, entre risas me dijo: “Soy Orgullosamente prensa fifí, O-R-G-U-L-L-O-S-O”. De eso, hablaremos luego, pues desgraciadamente continúan los asesinatos de periodistas en este sexenio, es algo muy grave.
El presidente, siempre acostumbrado al culto a su personalidad, acostumbrado a ser vitoreado y aplaudido en el suelo que pise… en ambientes controlados…, se ha llevado ya varios reveses consecutivos, donde ha recibido abucheos y rechiflas, la más reciente, ocurrida en el nuevo estadio de béisbol de los Diablos Rojos de México.
¿Y qué pasó entonces?, decía el narrador de la caricatura del Genio…
Los asesores de López y seguro el propio presidente, todavía medio mareados con los vapores del poder absoluto del que ahora gozan, su 80 por ciento de popularidad, el béisbol, el deporte del presidente, la inauguración de un estadio, en una entidad que gobernó y que lo catapultó al cargo que ahora ocupa, todos lo adoran ¿Qué podría salir mal?
Consejo de vida: si sienten que su vida marcha bien y es perfecta, y creen que no necesitan romper la rutina, que es tal y como la soñaron… (algo anda mal).
Pues con el escenario soñado y Toño de Valdés, diciendo el nombre de López Obrador una y otra vez… portando la chamarra del equipo local, ya sabes quién, junto con su hijo, Jesús Ernesto, Claudia Sheinbaum, Ana Gabriela Guevara, entre otros simples mortales…todo era perfecto, insisto ¿Qué podía salir mal?
Pues con todo y eso, el presidente se presentó, por primera vez desde que es Mandatario de la Nación, a un público que no está controlado por el gobierno federal o por su partido ¿El resultado?, una rechifla, abucheos generalizados, a los que el presidente simplemente no está acostumbrado, no le gustan.
Rechifla que le inhibió dar un largo discurso como nos tiene acostumbrado, se disculpó con el respetable y ahí nació “la porra del equipo fifí”, miembro distinguido de la mafia del poder.
Y ya, como muestra de sentirse en control de todo así dijo:
“Voy a seguir tirando pura pejemoña, los voy a seguir controlando con lisas, con rectas de 95 millas y con curvas. Vamos a seguir ponchando a los de la mafia del poder”.
Sin embargo, el gran ampáyer, el pueblo sabio, dictó esa rechifla como strike…
Con lo que no contaba López es que el efecto del eco de la “porra fifí, lo alcanzaría en un par de concentraciones masivas más, ahora en ambientes controlados, como le gustan.
El pueblo…mmm quizá ya no tan sabio, le abucheo en Sonora, cuando habló del precio de las gasolinas, lo vimos todos. Strike dos.
El lunes 25 de marzo, el presidente pisó su tierra, Tabasco, donde ex empleados de Pemex y del ISSSTE le reclamaron por despidos injustificados y falta de pago de salarios. Bola, casi nadie se enteró, bien contenido.
Y en Baja California… En Mexicali, fue recibido por ciudadanos que se oponen a la operación de la polémica planta cervecera de Constellation Brands. Bola 2
En Acapulco, demandaron al gobierno federal restablecer el presupuesto al programa de estancias infantiles. Strike tres.
En estos días la porra fifí, fue la que puso nervioso al bateador y poncho al designado López, que espera subir su rating en el próximo turno al bat.
Con varios strikes a cuestas el equipo de asesores se pone las pilas o se quedará out, a los predicadores del beisbol, no les queda claro que el rey de los deportes es un juego de estrategia, parece que los tetratransformados no lo han asimilado.
La buena noticia es que, de acuerdo con el buen Toño de Valdés, desde hace 50 años no se inauguraba un estadio de beisbol.
Vamos a la siguiente entrada, a lo que sigue, de lo que estamos absolutamente seguros es que nadie quiere extra innings.
Tiempo al tiempo.