Para bien o para mal se ha ido el primer tercio de la autollamada cuarta transformación, han sido dos años en los que se ha sembrado el encono y la división, donde solo ha sido presidente para sus fieles, donde las prioridades del gobierno son las filias y fobias de un individuo, una obsesión por que los historiadores lo coloquen como el nuevo Hidalgo, Morelos, Madero, Juárez, esa búsqueda afanosa de su papel protagónico en la historia de México.
La obsesión por destruir de forma muy creativa todo lo que el considera como producto del neoliberalismo, como por ejemplo el seguro popular, el cual, hasta el día de hoy, no ha sido sustituido, dejando en el limbo a decenas de miles de personas.
Y que decir de la desaparición de los fideicomisos que ha sumido a la ciencia en un obscuro rincón, así como a la investigación en general arqueológica, antropológica y social ya no hay ni becas, ni libertad ni respeto para la investigación.
La cultura, por increíble que parezca, se ha quedado sin apoyos, así como a decenas de organizaciones sociales
Además el país se quedó sin estancias infantiles, sin refugios para mujeres y por el contrario, los feminicidios y los casos de mujeres abusadas, siguen a la alza.
Al igual que la Comisión de Derechos Humanos que pasó de defender a los ciudadanos, a ser absorbida por el gobierno, a desaparecer.
Hoy en el país no existe un recurso para atender situaciones de desastre, gracias a la desaparición del FONDEN, hoy los hermanos tabasqueños lo están padeciendo, y no solo eso, que su propio paisano, decidió inundar a las comunidades indígenas más pobres antes que a la capital. Así es, primero los pobres.
Pues de acuerdo con el INEGI el número de pobres en México se incrementará en 10 millones.
Con este último hecho se comprueba que desde el gobierno se falta a la verdad y se ocupa la mentira y la propaganda para legitimar su gobierno ante sus seguidores y tapar la ineptitud e ineficacia de su forma de gobernar.
Si tienen un amigo burócrata pregunten su opinión acerca de que se les ha despojado de sus aguinaldos y cómo desempeñan sus labores en medio de la “austeridad republicana” de la autoproclanmada Cuarta Transformación.
Hoy a dos años de distancia este gobierno se la pasa de circo en circo, tropezando con su propia lengua, un gobierno que en los hechos ha violado la ley, ha atentado contra la vida y ha fallado en su responsabilidad de proteger a la población, además de robar y faltar al respeto, provoca la violencia, el encono, contra quienes piensan diferente, miente de forma sistemática y manipula, sobre todo a sus fieles seguidores.
La división de los mexicanos, se promueve desde el Palacio Nacional.
De la gestión de la pandemia ha sido un fracaso y un verdadero desastre, lo que ya ha costado más de 100 mil decesos, cuarto lugar mundial en fallecimientos, el primer lugar en fallecimientos de personal de salud además de tener una de las tasas de letalidad más grandes del mundo (9.8 por ciento) y el presidente se rehusa a usar y promover el cubrebocas, se burla de la OMS.
Y ya se curaron en salud para decir, en palabras de López Gatell que existe un subregistro, que las cifras no son reales, se ha instalado, desde Palacio un cerco informativo con mensajes mentirosos y contradictorios en el manejo de la pandemia.
De igual forma ya con los meses que llevamos de pandemia, el desabasto de equipo médico para el tratamiento de pacientes con Covid ya dejó de ser noticia, pues es el pan de todos los días para el personal de salud.
Presumen de camas vacías cuando se manda los pacientes a morir a sus casas para no hospitalizarlos ¿Por qué? No hay respiradores, ni material quirúrgico suficiente, batas, cubrebocas y demás insumos para atenderla pandemia.
Hoy día continúa el desabasto de vacunas y medicamentos, los casos más vistos son los de los niños con cáncer, que algunos han perdido la vida por falta de tratamiento, de igual forma a las mujeres que padecen cáncer de mama, se vieron afectadas por el recorte a los recursos del FUCAM.
El informe del pasado 1 de diciembre, fue para dar puras cifras alegres para sus seguidores.
La realidades que la inseguridad consume cada vez más nuestro país, pues en lo que va del presente año, hay registro de 32 mil 882 víctimas de homicidios dolosos y feminicidios, en el mismo periodo del 2019 fueron 32 mil 656 personas que perdieron la vida por la misma causa. El acumulado de ambos periodos da un total de 65 mil 539 decesos.
Este gobierno no ha hecho nada notable en el combate a la inseguridad y se encuentra militarizando al país con la guardia nacional, grupo que ya cometió asesinatos de civiles y los que no ya los trae de albañiles, construyendo sucursales del Banco del Bienestar, aeropuertos, también los trae de choferes manejando pipas y han sido premiados con un presupuesto sin precedentes para el próximo año.
El combate a la corrupción, hemos hablado mucho del tema, de los montajes y petardos que ha hecho la #4T, lo cierto es que solo hace lo que el viento a Juárez con funcionarios señalados como corruptos como Napoleón, Barttlet los Ackerman-Sandoval, los Bejarano-Padierna y su hermano Pío, recién exhonerado es prueba fehaciente que no hay voluntad para terminar con la corrupción.
Y que decir de la opacidad en los contratos del gobierno, pues más del 70 por ciento de las adjudicaciones de contratos se hace de manera directa, propiciando más que nunca la corrupción. Es pura demagogia.
México necesita corregir ya los errores en materia de política económica, que aliente la inversión local y foránea, que concilie, no que esté viviendo en una burbuja en la que solo existen sus datos y sus fieles.
Los logros del presidente en estos dos años han sido que todo el mundo hable sobre él, sobre su lenguaje, sus declaraciones disparatadas, sus ocurrencias en vez de lo que sucede y aqueja realmente al país.
A dos años de gobierno, solo ha habido destrucción. Lo único que quiere construir es un lugar para sí en la historia, imponerlo a como de lugar.
Sin duda que así será, pero no de la forma que él espera.
Lo más interesante será cuando no puedan más ocultar la verdad y los disparates ya no surtan efecto y hay que recordar que un gobierno que mira al pasado, sin seguir un camino claro para el futuro, siempre tropezará con el presente.
Tiempo al tiempo.