Nos acercamos a la novena entrada y los demonios están entre las bases del diamante del juego que definirá al próximo Presidente de México.
Y pese a los lanzamientos peligrosos que han mandado tanto el candidato del PRI-PVEM-Panal, José Antonio Meade, y el aspirante del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, en la antesala se encuentra Andrés Manuel López Obrador, esperando el hit que lo lleve a anotar la carrera del triunfo.
Los anotadores oficiales siguen dando la ventaja al pelotero de Morena, quien en últimas fechas ha tenido que recurrir al bateo y corrido para evitar que lo pongan fuera de acción, pese a los constantes intentos de sus contrincantes.
Al igual que las primeras entradas, AMLO sigue corriendo las bases con cautela y muy difícilmente veremos un juego agresivo de su parte. Por el contrario, desde del dugout, las señales han sido de no intentar robarse ninguna base.
Para los managers del equipo de Morena, el tabasqueño debe estar tranquilo, los demás integrantes de su novena son los que tienen que hacer el trabajo sucio y realizar las asistencias necesarias para mantener a raya a Meade y Anaya. Sin duda, buscan llevar a cabo el tan anhelado doble play.
Por su parte, el bateador designado, Jaime Rodríguez «El Bronco», busca una bola para dar un hit, que más que ayudarle a él, sirva para poner en dificultades al candidato de Morena.
La séptima y fatídica entrada llegó y con ella el tercer debate. En el cual, sin duda, Anaya mostrará un juego agresivo desde el montículo en contra de los demás bateadores. Rectas, cambios de velocidad, curvas, sliders, etc, serán lanzados por la pitcher del equipo azul hacia la caja de bateo con la intensión de lograr el mayor número outs, pero aunque consiga varios strikes, su porcentaje de carreras limpias permitidas seguirá siendo bastante alto.
Por el contrario, Meade, no buscará la gran jugada o el jonrón, ante el asombro de los fanáticos en las gradas del estadio. Para él y su equipo el porcentaje da bateo va subiendo y confía en que su equipo logré un buen rally de carreras en la novena entrada.
AMLO buscará el toque de bola cuando sea necesario, seguirá su plan de juego, para aferrase a la base cuando algunos de los lanzadores le reviren.
Por su parte, «El Bronco» buscará meter a su conteo a los demás contrincantes.
La novena entrada está por comenzar, los lanzamientos para López Obrador serán cada día más peligrosos, buscando que el morenista abanique la pelota o cometa el error que necesitan sus adversarios para lograr robarle la base. Pero por el momento, la tercera base es de él y está en espera de llegar a home, aunque sea de carrera de caballito.
Por lo pronto los demonios seguirán sueltos mientras llega el out 27.