Uno de los temas de discusión durante la campaña electoral fueron las encuestas publicadas durante proceso electoral.
Fueron altamente cuestionadas por mostrar a un puntero “por las nubes”. Recibieron críticas porque no era posible que un puñado de encuestados representaran a 120 millones de mexicanos.
A toro pasado, al analizar los datos del PREP contra las últimas 25 encuestas publicadas antes de la elección, solo hubo tres que acertaron.
Midieron dentro de los márgenes de error el porcentaje de votos que obtuvo el primer lugar y en la distancia contra el candidato que quedó en segundo.
Las tres “ganadoras”, las más precisas fueron realizadas por Parametría, LSR-Enkoll y Berumen, en ese orden.
Las dos primeras con muestras de 1,200 ciudadanos. La de Berumen con una muestra de más de 10,000 casos porque también midió las preferencias para las elecciones de gobernador.
El resto de los estudios publicados en el agregado de encuestas “Oraculus” -todos ellos levantados en domicilios, fallaron en subestimar el porcentaje de votos que al final obtuvo el candidato ganador.
El segundo “error” común de las encuestas fue sobrestimar al candidato que resultó en segundo, y en los peores casos, en sobreestimar a quien quedó en tercero, colocándolo como el segundo.
Los datos se pueden consultar y contrastar en la página del INEl y en oraculus.mx.