Como una patada en la ingle. Así cayo el anuncio del reemplacamiento en Querétaro entre la población y es que a quién le va a gustar pagar. Concediendo que nunca será un buen momento para cobrar un reemplacamiento, quizá éste no es el mejor.
Y es que hay que recordar que la pandemia aún no pasa y a la vuelta de la esquina está la amenaza de la variante Ómicron; quien hable como si la situación ya hubiera pasado, está mintiendo y basta ver las noticias internacionales para darse cuenta que algo fuerte viene en camino.
No hay que ser hipócritas, pero tampoco insensibles: me explico. Muchos de los que nos quejamos de las nuevas placas, deberemos de hacer sacrificios, ahorros, préstamos o ‘autopréstamos’, para poder hacer frente al ‘sablazo’ de 2 mil 600 pesos que costará ponerle la nueva lámina y el refrendo al coche; pero también hay muchos a los que no nos alcanza, ni haciendo malabares.
La preocupación que ocasionan los asuntos financieros es de esas feas, todos o casi todos los adultos sabemos que cuando se debe dinero, la intranquilidad es diferente a otras calamidades. Pero hablamos del momento, porque las familias se encuentran lastimadas en lo económico y en lo anímico, como saldo de más de 6 mil 115 fallecidos que ha dejado el coronavirus.
El reemplacamiento es una palabra que no nos gusta escuchar, es una medida impopular que tiene años queriéndose aplicar en la entidad, y viéndolo desde una perspectiva electoral, el cálculo sería certero después de una elección en donde Acción Nacional arrasó de manera tan contundente que, ‘les da’ para pensar en aplicar esta política sin que les represente un daño electoral, con los comicios municipales todavía a tres años de distancia y los estatales a seis años, que es muchísimo tiempo.
Ahora, el programa de “Querétaro Avanza Seguro” implementa una política pública de ‘seguro vehicular gratuito’ para vehículos de hasta 150 mil pesos, que es un tema positivo pero que también ha sido históricamente polémico. Y basta recordar cuando como diputado de la LVI Legislatura, Marcos Aguilar quiso implementar la obligatoriedad del seguro vehicular, una medida que no quiso imponer el entonces gobernador José Calzada y que terminó siendo un escándalo motivado por rumores que involucraban presuntos negocios familiares del legislador.
A propósito, que Marcos y las placas también tienen su historia, pues en aquél entonces se hizo famoso por quererle poner matrículas hasta a las bicicletas.
Hay que conceder, que esta política tiene también mucho en materia de seguridad con un mejor control y registro de autos en Querétaro, que no es cosa menor cuando tan solo en la capital del estado durante 2021 se recuperaron más de mil vehículos con reporte de robos y tomando en cuenta que tenemos zonas limítrofes con tierra caliente en los estados de Hidalgo, Guanajuato y Michoacán.
En el estado circulan 670 mil 230 autos privados; siete mil 593 autos públicos; dos mil 871 camiones públicos; 402 autos de demostración; cuatro mil 406 autos con placas para personas con discapacidad; mil 436 autobuses privados; dos mil 801 autobuses públicos; mil 755 autos antiguos; 33 vehículos ecológicos; mil 449 patrullas; 79 mil 926 motos privadas; 296 moto de policía y 12 mil 120 remolques privados.
Si Pitágoras no falla, la meta estimada de recaudación supera los 2 mil millones de pesos y habrá que transparentar los recursos erogados –licitados me imagino- y los recursos obtenidos para que sean aplicados en el tema de movilidad.
Porque, finalmente, cuando se habla de vehículos particulares en Querétaro siempre desembocará en un tema de movilidad. No todo tienen que ser impuestos, pues deberían existir estímulos para no utilizar el automóvil, pues aún no vemos que exista un plan a futuro para mejorar el transporte público o la mejora de vialidades más que lo que hasta ahora se sabe de 5 de febrero.
También entra en juego el tema del medioambiente, donde deberá existir una transición que a largo plazo apunte a un parque vehicular con tecnologías limpias.
Mientras tanto, a sufrir con el pago de las nuevas matrículas. Algunos con la mala suerte de erogar doble. Por ejemplo, el primo de un amigo, que adquirió una moto el año anterior, pagó mil 100 pesos por unas placas que ahora ya no sirven y deberá desembolsar ahora 2 mil 151 pesos –ya con descuento-.
Así iniciamos el 2022, que sea un año lleno de éxito para todos.