Corría el 2001, yo cursaba segundo de secundaria y una de mis materias favoritas era Historia; mis primeras lecciones sobre la segunda guerra mundial acapararon mi fugaz atención académica, más bien enfocada en el fútbol y el naciente gusto por la guitarra.
En ese entonces, me interesaba aprender sobre ese pasaje, luego de la popularidad de películas bélicas que habían salido algunos años antes como ‘Rescatando al Soldado Ryan’ y ‘Pearl Harbor’. Sin embargo, los libros hablaban de esos sucesos como actos del pasado lejano, de las cuales la humanidad había aprendido lecciones valiosas, pero nada de lo leído me había preparado para lo que me sucedió una mañana de castigo.
Uno de mis profesores me sacó del salón, por alguna diablura adolescente de la que no tengo memoria, pero en aquél entonces en el Colegio Salesiano, estar en el pasillo significaba que en algún momento, la directora de estudios y disciplina, la maestra Marisol, me llamaría a su oficina para ponerme un reporte que me garantizaría un buen regaño al llegar a casa.
El temor se cumplió y la maestra Marisol me hizo un gesto desde la puerta de su oficina para que fuera con ella. Entré en su oficina con la cabeza agachada, resignado a un merecido sermón, pero su voz me sorprendió al instante.
-¡Mira nada más! ¡Qué terrible!- me dijo, señalándome una de esas viajas televisiones de caja, donde nos ponían documentales en los salones, antes de la era de las pantallas planas, en donde se sintonizaba con dificultad la televisión abierta, que había interrumpido su programación para transmitir una noticia de última hora: Se registraba en tiempo real un atentado contra las torres gemelas de la New York City.
Mientras se narraba con horror los hechos en el televisor, veíamos en vivo, como se estrelló el segundo avión; minutos después, cómo se derrumbaban irremediablemente las dos torres. Lo único que pasaba por mi cabeza entonces, era el impacto de vivir un acontecimiento similar a lo que había leído en los libros, ver con mis propios ojos la destrucción y la muerte a través de la pantalla, me dejó en shock.
El miércoles pasado, cuando llegaba a casa luego de ir a jugar fútbol, me topé con esa noticia en twitter que no me impactaba tanto, desde aquella mañana del 2001: Rusia inició una operación militar en Ucrania.
Desde luego, hay analistas más calificados para explicar la tensión mundial que provocó este conflicto durante los últimos días, pero estoy completamente en desacuerdo para quienes acusan que ahora somos “expertos en conflictos bélicos internacionales”; es decir, por el contrario, deberíamos de incentivar el informarnos y desde luego involucrarnos con este tipo de información con la tímida esperanza de que la humanidad –ahora sí- aprenda las lecciones colectivas.
Por lo que se sabe por el gobierno estatal, hay 550 queretanos que radican en Europa y específicamente 4 de ellos se encuentran en zona de conflicto. 2 radicaban en Ucrania y 2 en Rusia.
Una historia para destacar es el fallido intento de rescatar a una joven queretana que se fue a Rusia para estudiar y que ha manifestado su deseo de regresar lo antes posible a México.
La respuesta del gobierno estatal a través de la Secretaría de Gobierno, en conjunto con la Secretaría de Relaciones Exteriores fue inmediata y le consiguió boletos de avión para viajar de Rusia a Países Bajos y de Ámsterdam un vuelo a la Ciudad de México; sin embargo, este domingo el plan se vio frustrado cuando la Unión Europea cerró el espacio aéreo para los aviones comerciales rusos.
La chica queretana no tiene opciones por el momento, pues el avión de la Fuerza Aérea que envió el gobierno mexicano, aterrizó en Bucarest, Rumania para tratar de rescatar a la mayor cantidad de mexicanos que se pueda de la zona de conflicto, pero no traspasará al territorio aéreo ucraniano o ruso.
Esta sí podría ser una opción para otro de los queretanos que se encontraba varado a unos 35 kilómetros de Kiev mientras intentaba abandonar el país por tierra, qué historia. El joven se encuentra en un bunker para evitar a los bombardeos, pero dependerá de poder trasladarse hasta donde se encuentra el avión de las Fuerzas Armadas Mexicanas para poder regresar al país.
Mientras la ofensiva rusa continúa, aunque con seis frentes que no avanzan como Putin planeaba debido a la resistencia militar ucraniana, las delegaciones diplomáticas de Moscú y Kiev mantienen reuniones para restaurar la paz.
Este miércoles, la comunidad ucraniana en Querétaro ha convocado a una manifestación por la paz a las 10 de la mañana en Plaza Constitución.
A propósito, le comentaba que al enterarme de la reunión venía de jugar futbol, nada más y nada menos que contra el reciente equipo de la Secretaría de Gobierno, cuyos subsecretarios han iniciado un acercamiento con la prensa, a decir de ellos mismos, buscan una relación respetuosa y sana con los periodistas, luego de las manifestaciones del gremio a nivel estatal y nacional. Es una declaración de intensión que la administración estatal deberá mantener durante los próximos seis años.
Hilando ideas, la secretaría de gobierno tendrá su primer examen de hoy en ocho con la manifestación por el 8M. Por cierto, hubo fricción entre los colectivos Feminismo para Todas y la Red de Mujeres Organizadas Autónoma y Colectivas Independientes que han convocado a marchas separadas, las primeras saldrán de Plaza de la Constitución a las 4 de la tarde y las segundas de Plaza del Estudiante a las tres y media.
Y finalmente ya hablando en términos futboleros, al que me mandaron a la banca sin decir ‘agua va’, fue a Jaime Escobedo Rodríguez quien originalmente se había acomodado como secretario de organización del nuevo Comité Directivo Estatal del PRI, desde octubre pasado; sin embargo, ayer Abigail Arredondo Ramos presentó la estructura completa del comité, donde el ex candidato fue borrado y en su lugar aparece la ex alcaldesa Celia Durán Terrazas.
Otro de los nombramientos que llama la atención en el Comité Directivo Estatal del PRI, es la del ex candidato al municipio de Corregidora, Héctor González Flores quien dijo ya estar absuelto de toda denuncia presentada en su contra y que se dijo un perseguido político de la anterior administración estatal. Bueno, esas son buenas noticias para el priísta, pero no son las importantes. Lo que llama la atención es que ahora trabajará como secretario de estrategia y operación, cuando la elección más reciente la perdió con una diferencia de 10 a 1 con Roberto Sosa. ¿Es quien diseñará la estrategia del PRI? Como dirían los comentaristas deportivos, es lo que hay.