Desde la otra fronteraMirador

Israel, Ucrania y México, destinos unidos

Dos conflictos internacionales llevan tiempo ocupando los encabezados noticiosos, la guerra en Ucrania y la guerra de Israel; resulta interesante ver cómo viene a involucrarse México. El factor común es Estados Unidos, quien por su poderío político y económico puede mover la balanza aun en situaciones que se desenvuelven al otro lado del mundo.

En estos días, el Congreso de Estados Unidos ha estado debatiendo la aprobación de un paquete financiero de casi 120 mil millones de dólares, donde los principales rubros son la ayuda militar a Ucrania (60 mil), la protección de la frontera con México (20 mil), apoyo militar a Israel (14 mil), ayuda humanitaria a Gaza (10 mil), entre otros.

Obviamente, México está totalmente desconectado de aquellas guerras, pero su destino está unido en el parte y reparte de los dineros americanos. Los congresistas en su mayoría dan mayor importancia al tema doméstico, al control urgente de la frontera con México, que casi seguro va a afectar al país, tan solo con aquella decisión de mandar a los migrantes deportados a la tierra azteca, sean o no mexicanos; por no citar la presión política para detener el enorme flujo de migrantes que quieren penetrar el muro fronterizo.

Mientras tanto los mexicanos siguen ocupados y dedicados en el camino a las elecciones presidenciales de este año… las corcholatas, las marchas, los escándalos, los crímenes, no dan espacio para reflexionar en los impactos de las decisiones que se toman en Washington. En la era de Ebrard se veía al menos presencia, algo de interacción en el escenario internacional. La administración de AMLO parece estar cien por ciento enfocada en garantizar la continuidad política del partido en el poder.

Gran contraste con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, que -consciente de la situación de su país- ha desplegado una impresionante campaña internacional para asegurar el flujo de recursos, apoyos logísticos, materiales y financieros para seguir resistiendo la invasión rusa.

En el caso de Israel, su primer ministro Benjamín Netanyahu, ha sido visitado por altos funcionarios americanos y parece tener garantizado el respaldo de Estados Unidos; aunque al principio apoyaba incondicionalmente la guerra contra Gaza, al paso del tiempo y con crecientes evidencias de que está cometiendo crímenes de guerra e incluso genocidio, algunos congresistas están cuestionando el apoyo financiero y la venta de armamento y municiones a Israel.

¿Por qué México no tiene enviados o comunicación con el gobierno de los Estados Unidos entorno a la seria problemática en la frontera? ¿Es que solo se espera recibir instrucciones y obedecer?

Al inicio de este año, cuando se ve cada vez más claro el posible regreso de Trump a la Casa Blanca, el gobierno canadiense ha empezado a desplegar estrategias de contención, grupos de negociación encabezados por la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kirsten Hillman, para entablar conversaciones con gobernadores, congresistas, lideres sindicales, dirigentes corporativos para promover la idea de que seguir haciendo negocios con Canadá es bueno. Recordemos que, durante el gobierno de Donald Trump, existía la amenaza de cancelar el Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica, además de que impuso tarifas arancelarias que afectaron seriamente al vecino del norte.

La reciente marcha organizada por la oposición en México, demuestra la preocupación sobre el futuro de la democracia en el país, el temor a la vuelta al autoritarismo, el populismo, el comunismo y los otros ismos. Los canadienses temen, no por Canadá, sino por el futuro político de los Estados Unidos, que de concretarse el triunfo de Trump, (según lo indican algunas encuestas) podría terminar convirtiéndose en un gobierno autoritario (justo como Rusia o China), enterrando la imagen internacional que se tiene de la democracia perfecta.

Sin mencionar los recientes comentarios de Trump, entre campañas y juicios, advirtiendo que aquellos países que no cumplan con la cuota de 2% del PIB en seguridad (compra de armas, vehículos militares, etc. usualmente a Estados Unidos), no van a ser defendidos por la ONU, incluso invitando a Rusia a ponerse vivo y aprovechar la oportunidad… Declaraciones que levantaron olas en todo el planeta ante el riesgo de un posible regreso de Trump al poder, deje a merced de otras potencias a naciones más débiles.

Ojalá que las legitimas preocupaciones de la problemática interna del país, no dejen de lado el rol que voluntaria o involuntariamente juega México en el concierto internacional; particularmente las decisiones que se toman en Estados Unidos sobre la crisis fronteriza y la intensa relación comercial entre ambas naciones.

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