Se va el 2023 y la violencia desatada en el país ya es asunto cotidiano, ya parece que como país y sociedad la hemos aceptado a lo largo de las últimas décadas, por lo que si bien este gobierno no es el responsable de que suceda, si es responsable que se mantenga en estos niveles trágicos. Este ha sido el sexenio más violento de la historia de México en tiempos de paz y los datos ahí están para quien los quiera ver.
El año termina con la gente tomando justicia por mano propia en Texcaltitlán, la masacre ocurrida en Salvatierra y Salamanca, la desaparición de jóvenes en Zacatecas, enfrentamientos en la frontera sur en Chiapas, secuestros y homicidios de autoridades en Guerrero o de migrantes en San Luis.
O que tal lo que sucedió en Tabasco, donde el fin de semana pasado se llevaron a cabo amotinamientos en penales de Villahermosa, Huimanguillo y Comalcalco además de la quema de más de 30 vehículos en la capital del estado.
Eso es una afrenta al propio presidente, es una señal para que se tenga claro quien manda.
“Que obras inconclusas, que mucha violencia, que amarga Navidad en Acapulco, así, violencia. Lo de Villahermosa, no, no, no, se enteraron hasta en El Vaticano, fue la nota; afortunadamente no pasó a mayores, pero cómo difundieron todos”, como siempre el señor es la víctima.
Hoy incluso especialistas hablan de que en México, hoy existe un “narcoterrorismo” que opera con la venia del actual régimen.
Decir eso no quiere decir que el gobierno auspicie o patrocine este tipo de prácticas, de ataques a la población civil, simplemente lo tolera y lo permite.
El nexo entre la delincuencia organizada y el gobierno se mantiene desde el priato, durante el periodo panista y ahora hasta este régimen, quizá más desatado que nunca.
Los datos no mienten, Felipe Calderón y enrique Peña Nieto , han sido superados por la estrategia de “abrazos” pues entre el 1 de diciembre de 2018 y noviembre de 2023, se han registrado en el país 166 mil 278 asesinatos, de los cuales 4 mil 760 son feminicidios, estos son datos del gobierno.
A veces vemos esos números y de tan inmensos a veces perdemos la dimensión, para tener una idea de la catástrofe, por ejemplo en 2018 el promedio diario de homicidios fue de 101; en 2019, 100; 2020, 100 casos; en 2021 con 98 homicidios; 2022 con 91; y en 2023 con 82 casos al día.
Incluso estados como. Zacatecas, Quintana Roo y Chiapas, figuran ahora en la geografía de la violencia en el país.
“Ahora nos dicen: ‘¡Qué barbaridad! ¡El gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios!’ Sí, pero… es una mala herencia en seguridad, pero así nos dejaron salud, y así nos dejaron educación, y así nos dejaron todo. El país estaba en bancarrota, el país estaba inmerso en una decadencia”, así contesta un presidente que en 5 años lo único que ha hecho es empeorar la situación del país.
Y aun así esas estadísticas están amañadas y como buen necio, jamás reconocerá que su administración es la más violenta y sangrienta.
Y el otro tema es el número de desaparecidos que de verdad son de horror, pues si no hay cadáver, no hay delito que perseguir, hoy este gobierno tiene 92 mil 332 personas desaparecidas.
Y el gobierno el Gobierno Federal hace maroma y media para matizar el asunto de los desaparecidos y eso los exhibe, en el mejor de los casos como incompetentes, cuando lo más real es que sus prioridades son otras.
Otro dato es que de 2019 a 2022 siete estados de la República Mexicana no reportaron ninguna sentencia condenatoria por los delitos de desaparición: Aguascalientes, Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo y Yucatán.
Y al último pero no menos importante está la violencia para el gremio periodístico, pues la organización Artículo 19 documentó el asesinato de 5 periodistas, Marco Aurelio Ramírez, de Puebla, Luis Martín Sánchez, de Nayarit, Nelson Matus Peña, de Guerrero, Jesús Gutiérrez Vergara, de Sonora e Ismael Villagómez, de Chihuahua.
En el sexenio de López han asesinado a 43 compañeros periodistas.
Este 2024 vamos a enfrentar muchos retos y la violencia, hagan lo que hagan ya a estas alturas no va a parar, al contrario se va a recrudecer, sobre todo por ser año electoral.
Sus culpas al pasado ya al final de su administración son deplorables, es una oda a la ineptitud, a la incapacidad, el abrazos no balazos es la ocurrencia criminal más grande que ha hecho este gobierno.
A todos mis amables lectores les deseo que este 2024 sea lleno de salud y éxito, además de agradecerles infinitamente el favor de su lectura.
Feliz 2024.
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