Chicago, IL.- Los gritos de justicia son abundantes para castigar el descarado robo de los recursos públicos en México por parte de la administración de Enrique Peña Nieto.
El último esfuerzo en este sentido lo encabeza la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que presentó una denuncia ante la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y contra la Administración de Justicia.
En su página de twitter, MCCI dice: Presentamos una denuncia ante @PGR_mx contra los funcionarios de la @SEDESOL_mx y @SEDATU_mx, la @UAEM_MX y diversas empresas fantasma que resulten responsables del desvío de recursos públicos evidenciado en la investigación periodística #LaEstafaMaestra.
El reporte elaborado por MCCI y Animal Político, complementado por el diario Reforma, descubrió la transferencia de miles de millones de pesos a domicilios particulares por medio de una intrincada triangulación de depósitos en efectivo.
La demanda sostiene que “las investigaciones contienen suficientes elementos de prueba para solicitar que se abra una carpeta de investigación relacionada con los convenios celebrados entre diversas entidades y universidades públicas, mediante la subcontratación de empresas privadas, algunas de ellas catalogadas como fantasma por el Sistema de Administración Tributaria”.
La denuncia de MCCI se suma a las acciones jurídicas presentadas por la Auditoría Superior de la Federación ante la PGR, que por supuesto no han prosperado; y como dijo Don Teofilito, “ni prosperarán” bajo el actual gobierno.
Coincido totalmente con la agrupación cuando expone que “la impunidad prevaleciente no puede persistir”, porque cuando no hay consecuencias para los actos de corrupción estos se multiplican.
México necesita rescatar sus instituciones públicas, empezando por gobiernos transparentes y un sistema judicial que garantice castigo para aquellos que abusan del erario. Andrés Manuel López Obrador no ganó la presidencia por casualidad, la ciudadanía tiene esperanza de justicia, sin revanchismos, solamente basados en la contundencia de los hechos.