Cada vez las elecciones están más cerca y las campañas se encuentran ya en la recta final, los vituperios, el desacreditar al rival, la confrontación, argumentos huecos, los bailes lamentables y la falta de empatía con los ciudadanos, como siempre han sido el sello y están a la orden del día.
Hoy se habla del voto útil entendido como el voto que, ante una decisión, se emite a favor de una opción que, aun no siendo la preferida, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea.
Viene la primera evaluación de este régimen de la #4T y por primera vez, López no va a estar en la boleta y eso es una situación que el “partido” del presidente nunca se ha enfrentado.
Hoy decimos que hay que emitir un voto útil para frenar la agenda del presidente y ese voto útil, es promovido por la coalición va por México, que representa tres fuerzas políticas con diferentes agendas, es votar por la semilla que hizo que cosecháramos a Morena hace tres años, así que votar ciegamente por ellos, tampoco es la solución.
De repente la contienda se vuelve entre dos bandos los buenos contra los malos, ¿Liberales? Contra conservadores, gracias a la polarización que ha hecho el presidente con un discurso de ruptura con cualquiera que no esté de acuerdo con él, que no se someta a sus caprichos y se ostenta como el gran transformador.
Lo cierto es que a dos años de la #4T todos los indicadores de bienestar de los mexicanos se encuentran mal, la economía, la violencia, la corrupción no solo siguen, sino que están en números históricos.
Hoy, como lo hemos dicho en diferentes ocasiones López se encuentra desesperado, pues gracias a la ineptitud e ineficacia en mas de dos años de gobierno, esta elección que pensaba que iba a ser un día de campo, un refrendo a su transformación, un espaldarazo del pueblo bueno a su mesías, ya la está perdiendo.
Y la está perdiendo no por una oposición férrea que ha dominado el debate con propuestas o que marque la agenda, o porque estén haciendo un buen trabajo, la está perdiendo porque simplemente no ha sabido gobernar, lo único que ha construido son obras y ha destruido instituciones democráticas, la #4T ha sido un desastre de cabo a rabo.
Morena arrancó el año electoral con prácticamente con todas las gubernaturas en la bolsa, menos Querétaro y que conquistar la mayoría en el congreso era tan solo un mero trámite.
Hoy los números ya no le dan a López, en Campeche la impresentable Layda Sansores cayó hasta el tercer lugar, al igual que en Zacatecas, Nuevo León, Sonora y Tlaxcala.
De acuerdo con encuestas del periódico el Financiero, de las 15 gubernaturas en disputa, MORENA sólo tiene ventaja en 7, la mitad, en las restantes, o las va a perder, o la competencia está tan cerrada que cualquiera puede ganar y la intención del voto ha caído en 17 puntos en relación a la que se observaba en 2018.
Y que decir de la aprobación de su Jefa de Gobierno en la CDMX, que sea caído un 22 por ciento, luego de la tragedia de la línea 12 del metro.
Por si fura poco la popularidad del propio López, está en el peor momento desde que arrancó su mandato con un 80 por ciento de aprobación, hoy se encuentra con 57 por ciento con tendencia a la baja y la percepción de corrupción en su administración, aumentó 12 puntos el último mes saltó de 46 a 59 por ciento.
“La opinión favorable en torno al atributo de honestidad” del presidente bajó entre marzo y abril de 51 a 44 por ciento”. Y la percepción de liderazgo pasó de 45 a 41 por ciento.
Por eso López está enojado.
Sin embargo, el presidente está dispuesto a todo y lo hemos visto durante los últimos días su semblante desencajado y sus desafortunadas declaraciones, su retórica y su narrativa de fraude anticipado, son una señal de que por la vía legal o ilegal va a buscar no perder esta elección.
Tenemos ya más o menos 15 días para pensar nuestro voto para conocer y valorar las propuestas de los candidatos, no para pensar en castigar a los que estaban antes, pues, en términos jurídicos, esa es responsabilidad del poder judicial y no nuestra.
Muchos votaron por López de buena fe en las pasadas elecciones y creyeron que haría todo lo que dijo en su campaña y en la anterior y en la anterior; sin embargo, no solo no hizo lo que prometió, sino que ha destruido en poco tiempo muchas instituciones y leyes que costaron años y vidas levantarlas y que van en dirección a un pasado al que a nadie conviene regresar.
El voto no sirve para castigar el pasado, sino para sentar las bases para un mejor futuro y si no me creen, vean lo que paso en 2018 y lo que está sucediendo ahora, recuerden que los victimarios de hoy, serán las víctimas de mañana. La #4T no se va a ir en blanco en el juicio de la historia.
El presidente no es un demócrata, no le gusta la democracia, es autoritario, populista y del conservadurismo más rancio que haya visto este país.
Cuidemos nuestro voto, hagamos útil nuestro voto y sentemos desde ya las bases para un mejor futuro, para eso es.
No cometamos el mismo error.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero