Chicago, IL.- Más de 22 millones de televidentes vieron a la actriz porno Stormy Daniels detallar su relación sexual con Donald Trump en el programa 60 minutos. Eso es más audiencia de la que atrajeron los premios Grammy y Golden Globes.
El abogado de la mujer, Michael Avenatti, envió el siguiente mensaje por twitter al ocupante de la Casa Blanca: “Ya que esto es lo que realmente importa (muero de risa), el índice de audiencia para la aparición de mi clienta @stormydaniels en @60minutes anoche APLASTÓ (POR MILLONES) cualquier programa del Apprentice en los últimos 10 años, así como la aparición del Señor Trump en CBS en noviembre del 2016”.
La estrella de cine para adultos interpuso una demanda para invalidar un acuerdo de confidencialidad que firmó en 2016 comprometiéndose a no revelar detalles del encuentro sexual con Trump. La actriz, cuyo nombre verdadero es Stephanie Clifford, incluso ya ofreció regresar los 130 mil dólares que le pagó el abogado personal del magnate, Michael Cohen, para dar por terminado el pacto.
El escándalo solamente crece y no da tregua a la Casa Blanca, que niega rotundamente la relación, ocurrida en julio de 2006, a tan solo cuatro meses luego del nacimiento del hijo más pequeño de Trump, Barron, con la primera dama Melania Trump.
Para empeorar las cosas, la ex modelo de Playboy Karen McDougal reveló detalles de la relación extramarital que Trump tuvo con ella durante 10 meses, justo cuando el magnate sostuvo el encuentro sexual con Stormy Daniels. Incluso, dice que estaba con Trump en el campo de golf en Lake Taho, California, cuando y donde eso ocurrió.
Karen McDougal dice que decidió terminar su relación con Trump por el remordimiento que le provocaba el engaño contra Melania Trump. Además dice que durante la elección presidencial en 2016 alcanzó un acuerdo con el tabloide The National Enquirer, para venderle por $150 mil dólares la exclusiva de su historia con Trump. El periódico, cuyo presidente David Pecker es amigo personal de Trump, nunca publicó nada.
Mientras todo esto ha trascendido, Donald Trump ha mantenido silencio, algo totalmente irregular conociendo su temperamento, aunque comprensible si es que intentar salvar su matrimonio. Sin embargo, la experiencia dicta que el silencio es de culpables.