Recuerdo mucho una frase de mi abuelo, que resumía con simpleza, ironía y verdad al fútbol mexicano: “Más de 120 millones de mexicanos y no podemos encontrar a 11 que jueguen bien al futbol”, decía cada que se frustraba con el actuar de la selección Mexicana.
Y hablando de temas más pesados para la vida nacional como la democracia, los cierres de las precampañas en Querétaro me recordaron esta frase ante la cantidad de precandidatos de los que en días pasados bombardearon las redes y los noticieros con sus nombres; tan solo en Morena, hoy en día, se apuntaron más de 20 aspirantes para ocupar la candidatura a la Presidencia Municipal de Querétaro, en los otros partidos brilló el formato de ‘candidaturas de unidad’.
Y ante tantos nombres que iban y venían como precandidatos durante los días pasados recordé aquella frase de mi abuelo aplicada a la política: “Más de 2.3 millones de queretanos y no podemos encontrar a 18 que puedan gobernar, o 25 que puedan legislar”.
Las precampañas trajeron de todo, incluida la historia de Kiko que se volvió noticia internacional, por la fama que alcanzó en las últimas décadas del siglo pasado el programa de “Chavo del 8” y el cariño que le guarda el público al actor Carlos Villagrán.
No obstante, el buen Kiko aprendió pronto cómo se hacen las cosas en la política mexicana, pues lo bajaron repentinamente de su aspiración a ser el candidato a gobernador y mejor terminó por mandarlos lejos con su política: “A través de la risa todos son mis amigos, en la política todos podríamos ser enemigos”, dijo en un comunicado.
Otra historia a destacar es lo acontecido en Morena y los pequeños escándalos que se vivieron a lo largo de esta precampaña: Celia Maya García y sus problemas para respetar las medidas de la pandemia como bailar sin cubreboca o acudir a un mitin que rosaba en el límite de asistencia permitida, sin embargo, la verdadera tormenta se encontraba para ella en el interior de la militancia, en particular, con el Presidente del Consejo Estatal, Ángel Balderas Puga que no ha parado de inconformarse con su designación.
Tanto así se ha opuesto Balderas Puga a la candidatura de Celia Maya, que la semana pasada recibió una reprimenda del Dirigente Nacional, Mario Delgado, quien lo acusó de orquestar manifestaciones que terminaban por “beneficiar a la derecha” y hasta le advirtió que en caso de continuar le aplicarían los estatutos internos para echarlo.
La cosa no paró ahí, Balderas Puga quiso responder y no lo dejaron, así que lo hizo mediáticamente: “que me lo comprueben o que me pida disculpas”, le mandó decir a Delgado.
Todo terminó en la visita que hizo el dirigente nacional a la capital queretana para cerrar la precampaña de Celia Maya en donde se refirió a este incidente y señaló que en Morena “no se regaña a nadie… que nadie se espante, en el partido se debate fuerte”. Para mí sonó como un “así nos llevamos”. Pues nadie se espanta, pero se ve distante la unidad y próxima la contienda.
Dicho sea de paso, quienes ya empezaron a pensar cómo realizar sus campañas sin perder el folklore, fue el Revolucionario Institucional que hizo su “automitin” allá en Ezequiel Montes, donde estuvo Alejandro Moreno “Alito” para tomar protesta a sus precandidatos. Haga usted de cuenta un autocinema, pero en vez de pantalla, un estrado desde donde se dieron los discursos para cerrar filas. Sana distancia, cubrebocas, banderas y matracas, es una combinación que veremos de aquí en adelante.
¿Qué importa más?
Y finalmente hablemos de buenas noticias. Por fin, Querétaro transitó al ansiado escenario B de medidas contra el Covid-19 porque los números empezaron a tomar una tendencia a la baja durante las últimas dos semanas.
No se trata de relajar las medidas, pero sí dar la oportunidad de abrir sus puertas o recobrar algunos beneficios a giros que se encontraban asfixiados como antros, bares, cantinas, cines, teatros y algunos otros, sin embargo, no sé si me gusta que a partir de hoy se permitan realizar eventos sociales como bodas, bautizos, XV años hasta con 100 invitados.
Lo único que me causó extrañeza como buen amante y practicante del futbol, fue que los juegos amateur siguen suspendidos, así que nuestro regreso a las canchas deberá de aplazarse dos semanas más. La verdad se extraña el futbol y aunque no me urge jugar por las circunstancias pandémicas, simplemente me pregunto: ¿Es que habrá más riesgo de contagio en un encuentro deportivo de 22 jugadores al aire libre que en una fiesta social con más de 100 personas?
En todo caso, no vale la pena arriesgar a la familia por un partido, ni que fuera la final de la champions. Así como tampoco vale la pena por una fiesta o por cualquier otra actividad que implique riesgo, cuidémonos y en especial, cuidemos a nuestros seres queridos.