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El peor presidente en el peor momento de nuestra historia

* México no es autosuficiente en energía, lo que dice AMLO es política para apuntalar su monopolio de energía y lo hace, cuando el país necesita políticas claras y asertivas.

El horno no está para bollos, mucho menos para que el presidente quiera utilizar la coyuntura para imponer su regresivo y peligroso plan para un monopolio de energía.

El santo patrón de la Cuarta Transformación parece no captar que el mundo ya está en guerra, que Ucrania no es una guerra más sino el inicio de una conflagración mundial.

Si por algo va a pasar Andrés Manuel López Obrador a la historia de México, es por mentiroso, anodino y anacrónico, y no parece poder ofrecer más.

Aprovechando que al mexicano promedio le molesta el aumento al precio de la gasolina, este jueves monto en matiné un show para prometer que no habría aumentos.

«Pues la buena noticia es que no van a aumentar los precios de los combustibles, ni las gasolinas ni el diésel; también se va a mantener el mismo precio de la energía eléctrica», afirmó.

Claro de que en su jaculatoria no dijo, ni aludió de paso, cómo le va a hacer para mejorar el precio de los principales productos alimentarios y de los medicamentos.

Tampoco su entrevistador a modo ni AMLO, dijeron que bajos precios de gasolina se lograrían utilizando el dinero excedente de los ingresos por exportación de petróleo para subsidiarlos.

Así que la maniobra lejos de mejorar la recaudación fiscal la va a empeorar, y en la actualidad López ya no tiene ni los guardaditos ni los fideicomisos para poderlos asaltar.

Subsidiar el precio con los ingresos excedentes equivale a cambiarse el dinero de una bolsa a la otra, pero no hay ganancia y sí habrá pérdida especialmente para Pemex.

Pero además del anuncio populista, mintió con flagrancia para delinear una realidad artificial: «ya somos más autosuficientes, porque desde que llegamos nos dedicamos a rescatar a Pemex»; afirmó.

México produce hoy menos petróleo que en noviembre de 2018 y no sólo eso, exporta mucho menos, pero además la Balanza Comercial de Energía, es más deficitaria.

En noviembre de 2018 las importaciones de hidrocarburos fueron 76 por ciento más grandes que las exportaciones, en 2021 crecieron a más de 80 por ciento, según Inegi.

En enero de 2021 Pemex produjo menos petróleo que en enero de 2019, quizá la caída de la producción ya tocó fondo, pero está lejos de repuntar y además seguimos importando mucho gas.

Aunque López pondera la compra de la refinería quebrada Deer Park como un gran suceso, lo cierto es que esa refinería produce con petróleo de la Shell no de Pemex.

Obviamente López Obrador presenta una gráfica de importaciones de petróleo y exportaciones de gasolina, pero en esa gráfica olvida hablar de consumo y producción… Eso no le conviene.

Fue bueno que en su alegato (seguro se le chispoteó) que finalmente reconoció que hay una «invasión de Rusia a Ucrania», y aunque luego trata de suavizarlo, ya lo dijo.

Y este el problema. Lo de si el precio del combustible sube o no es un síntoma, la enfermedad es que todos los países industrializados del mundo están contra Rusia.

Así que este no es el momento de instituir su monopolio de energía, cuya única intención es la de tener un garrote contra los opositores a su populismo.

Hoy, México está urgido de prepararse para un escenario mundial mucho peor que el de años anteriores, porque Putin va escalar el conflicto todo lo que pueda para empoderar a Rusia.

Así que lejos de usar el dinero excedente en subsidios, debería estarlo invirtiendo en energía limpia y en apuntalar agroindustrias, porque la inflación va para rato.

El incremento en la gasolina no es hoy tan grave como el incremento en los principales alimentos; urge un buen manejo de la economía, pero pedir eso, es demasiado para un presidente chiquito y bocón

User007@mxpress.mx

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