Que apenas van 18 días del mes de enero, que parece alargarse con la famosa inflación y las obligaciones tributarias propias de la famosa cuesta. La situación la vemos en un producto básico, indispensable y sanador de todos los hogares mexicanos: el limón.
Aún no puedo creer que haya acudido a la miscelánea de la esquina, con la morralla dispuesta que había acumulado en mi bolsillo y que en total sumaba 10 pesos entre moneditas de a peso y de 2 pesos; llegué campante a pedirle a la señora, -que por cierto, llevo 10 años comprándole y jamás le he preguntado su nombre- 10 pesos de limones por favor.
Ella puso de manera muy amable 6 limones en la báscula y fue ahí donde cayó todo el peso de la inflación sobre mis hombros. Vi que la señora hizo un gesto y pensé que rectificaría la cantidad de limones que debía darme y así lo hizo, para mi sorpresa ¡le quitó dos limones a la báscula! Y terminó por darme solo 4.
Regresé a casa maldiciendo y esperando que los limones no me salieran de esos que los exprimes y en vez de jugo le salen puras semillas. Justo en una de las principales noticias de esta mañana marcaban que el precio del kilogramo del cítrico rondaba entre los 60 y los 90 pesos dependiendo de a dónde se acude a comprar; hasta hace poco, eso era lo que gastaba en comprar la carne para que comiera toda la familia.
Para no dejar suelto el tema, los expertos en economía aseguran que los factores como el clima, el desabasto y el aumento en los precios de los fertilizantes fueron inflando el precio del limón que hasta la navidad se conseguía en 25 pesos cuando muy caro.
El Comité Nacional Sistema Productos Cítricos afirmó que la producción de limón bajó un 25 por ciento de su cosecha total a finales del 2021, que en palabras rimbombantes se llama “estacionalidad de producción”, pero que en realidad hace que todos los años suba el precio por estas fechas simplemente porque no es temporada de que los limoneros den frutos, como sí lo hacen a partir de marzo.
Así que, además del predial, el refrendo, las placas, ahora habrá que ahorrar para los limones.
A los que sí les alcanza para los limones son a los partidos políticos queretanos, que se llevaron el 65 por ciento del presupuesto total del Instituto Electoral de Querétaro (IEQ) y se repartieron 105 millones de pesos.
El partido más beneficiado es Acción Nacional (PAN) que recibirá para este año 46 millones 103 mil 114 pesos, mientras que a Morena le llegarán 28 millones 366 mil 190 pesos al ser la segunda fuerza política en la entidad. Al Partido Revolucionario Institucional (PRI) le fueron asignados 20 millones 060 mil 933 pesos y finalmente al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) le correspondieron 11 millones 182 mil 301 pesos.
Bendito Dios que el PRD, Movimiento Ciudadano y PT no obtuvieron la votación necesaria para mantener su registro como partidos locales, por lo cual no tienen derecho a financiamiento público o privado.
Por cierto, les cuento que en el PRI aseguran que Juan José Ruiz está enchilado, pero no sabemos si lo dicen por los ataques en twitter a Paul Ospital o porque en sus redes presumió de comer chiles habaneros.
Déjenme abordar dos temas breves. Se avizora un menudo proceso para renovar la Defensoría Estatal de los Derechos Humanos, ahora que Miguel Nava Alvarado, quien ya tiene experiencia en el puesto ha levantado la mano para competir por la presidencia del organismo.
Nava Alvarado, le dio color a la pasada elección de gobernador, donde compitió por el extinto partido de Redes Sociales Progresistas. Lo interesante del tema es que organizaciones como el Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y la mismísima Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) han convocado a un debate entre los aspirantes para el próximo 8 de febrero, al margen del aburrido proceso que se llevará a cabo en el congreso estatal.
La cosa se empieza a tornar buena porque fue justo en los debates cuando Nava Alvarado vivió sus pasajes de mayor popularidad por sus respuestas subversivas y hasta iracundas, que le recriminaron en varias ocasiones las candidatas. Veremos si se comporta igual de agresivo cuando compite para gobernador, que cuando compite por una Defensoría de Derechos Humanos, por el perfil del puesto.
Desde luego, la presencia de Nava Alvarado brinca por sí misma, luego del atropellado paso que tuvo como Ombudsperson de Querétaro, donde estuvo acompañado de sendos escándalos como el despido injustificado de trabajadores, el proceso de César Pérez Guzmán y sus encontronazos con el Poder Legislativo y Ejecutivo, hasta sus polémicas declaraciones respecto a que dijo no ser el “defensor de oficio del pueblo”.
Y ya para terminar, cuídense mucho por favor, la ola de contagios tardó en llegar, pero está pegando con todo, tan solo en los últimos días se han sumado más de 7 mil contagios en Querétaro y aunque parece que la variante Ómicron no es tan severa como sus antecesoras, el coronavirus no es un juego.
El poder público no es ajeno a los contagios, pues los han atacado sin piedad al Congreso del Estado y al Poder Judicial, que inclusive ya tuvo que suspender sus actividades en 2 órganos jurisdiccionales.
También en el gabinete estatal no paran los casos de covid, luego de que la semana pasada siete integrantes resultaron positivos –muchos de ellos ya superaron la enfermedad y están de regreso en sus labores-, esta semana se sumó “Chepe” Guerrero a la lista, quien funge como secretario particular y es mano derecha del gobernador Mauricio Kuri. Prácticamente todos los asuntos importantes pasan por él y hasta hace poco, también presentó una condición de salud no grave, pero que lo hizo visitar el hospital de acuerdo a lo que informó el propio gobernador. Pronta recuperación.