Siempre decían en una situación adversa que no nos preocupáramos, que no podría empeorar y que pronto terminaría.
Pero luego vino la “Ley de Murphy” y vino a dar al traste con todo. Si la situación está mal, puede empeorar.
La arrogancia de este gobierno está a punto de terminar pagándola caro y, lo peor, para ellos es que los que hoy están prendiendo fuego a AMLOTOPIA no es la oposición (porque no existe), sino ellos mismos se encuentran cavando hoy el hoyo en la tumba, no solo de quienes confiaron en ellos, sino del país entero y de ellos mismos.
Con la popularidad del presidente en los niveles más bajos, se hacen una corbata con la recomendación de quedarse en casa, promueve el abandono de las reglas sanitarias y reanuda sus giras, la plaza, lo que le gusta.
Pues el capricho de López podría terminar en contagios y muerte donde se presente, en apenas estos días pudimos dar fe de ello, pues el presidente viajó por tierra a Cancún desde la Ciudad de México.
Sin cubrebocas, durante mil 620 kilómetros de camino, ni medida de protección individual, sin mencionar que por su edad, es riesgo, que ha sufrido infartos, así se comporta el líder de AMLOTOPIA.
En una declaración a los medios, el 29 de abril dijo que “no me pongo el cubrebocas porque no me lo recomienda Hugo (López-Gatell, subsecretario de Salud), le pregunté y él ya tiene una explicación sobre eso. Entonces yo le hago caso”.
Sin palabras.
Y bueno no contaban con Cristóbal, enviado de la Pachamama (Madre Tierra, para mostrar su desacuerdo con las obras que pretende realizar ahí, así que en el banderazo del tren fantasma, ha estado acompañado de lluvias torrenciales que evidencia como la 4T se va haciendo agua y le llueve sobremojado.
De acuerdo con los otros datos que no tiene el presidente, en México, durante la pandemia, han aumentado no sólo los feminicidios, sino también los casos de violencia intrafamiliar, abuso sexual y homicidios dolosos.
Sin mencionar la pérdida de empleos y la inminente caída de la economía mexicana como no se había visto en años.
Apenas ayer, un nuevo récord de muertes por Covid-19, mil 92 más para llegar a 11 mil 729, además de que se informó de 3 mil 912 nuevos casos confirmados para llegar a 101 mil 238 y la tasa de letalidad es de 11.58 por ciento.
Simplemente no hay congruencia entre el decir de Gatell y el hacer del mandatario. Van a romper.
Y si amigos, como lo anunciamos casi desde su debut, la estrella de López Gatell se apaga cada día y se prepara el terreno para sacrificar al chivo.
Y las mentiras del presidente, nubes de palabras usadas, que día a día son contabilizadas, son lo que está dando al traste a la 4T, son ellos mismos quienes se están haciendo el harakiri, lo curioso es que, quienes les dan grandes bocanadas de aire es la chiquillada de oposición que tenemos, que con sus exabruptos, no hacen más que legitimar a los tetratransformados. Esas mentiras ¿Qué lluvia van a dar?
Las mentiras del presidente, sus caprichos y desacatos van a empezar a costar vidas humanas contantes y sonantes, que van a caer directamente en su persona por ese actuar irresponsable. Hoy en la escena política, lamentablemente solo hay propaganda y reaccionarios, no hay discusión de fondo.
¿A poco no se sienten como en Corea del Norte, cuando salen a decir que son los mejores y el mejor país preparado del mundo para la pandemia?, que reaccionamos como nadie y que hasta la OMS nos quiere robar a nuestro científico.
Por eso este sexenio tiene hoy un solo protagonista, al que hoy, por mentiroso y caprichoso, le está lloviendo sobre mojado, en un país que ya , aun sin coronavirus, se le estaba haciendo agua.
Creo que los mexicanos ya aprendimos a donde nos lleva reaccionar.
La discusión no es de chairos y fifís, la discusión ahora es ver quién y quienes vienen a presentarse en la boleta el próximo año.
Porque esa es la prioridad hoy del presidente.
Y si, si podemos estar peor.
Tiempo al tiempo.
