Autócrata: Persona que ejerce por sí sola la autoridad suprema en un Estado.
Acarreados y convencidos acudieron al Zócalo capitalino a aclamar al presidente López para celebrar tres años de gobierno.
El discurso es el mismo de siempre, por lo tanto, predecible además de hueco, burdo, por momentos cursi, dirigido a sus conciencias revolucionarias o como les llamamos aquí: fanáticos.
Una mañanerota con público, repitiendo las mismas frases una y otra vez, frases que sus fervientes seguidores usan en su vocabulario cotidiano para creerse moralmente superiores e insultar a quienes piensan distinto, ayer vimos un populista recibiendo aplausos, un evento que gira en torno a algo tan egoísta y miserable como el culto a la personalidad.
Ayer lo único que se celebró, fue calmar al monstruo con aplausos, al autócrata que ya venía acumulando mucho enojo, mucha molestia, pues le exhibieron el porquerillero que está haciendo el ejército con los contratos del aeropuerto (de ahí vino el decretazo) y para colmo el beneficio que están recibiendo sus hijos del programa “sembrando vida”, por lo que estos últimos días, López ha estado visiblemente molesto y reaccionando de forma imprudente ante la realidad y los cuestionamientos.
Por eso ya le urgía un Zócalo para validar esa popularidad de la que todavía goza (popularidad que no quiere decir eficiencia, por ejemplo, Hitler era muy popular).
López volvió a sus orígenes, a lo que hacía el viejo PRI de Echeverría y del otro López, a hacer lo que le gusta, a dejarse querer, a pasear a sus corcholatas, a llenar la plaza de la Constitución y a hablar de un país que solo existe en su imaginación.
A tres años de gobierno los mexicanos que vivimos en el país que López “ni lo ve, ni lo oye” ¿Tenemos algo que celebrar?
Nos vendieron la hermandad entre los mexicanos, el fin de la guerra, los abrazos y hoy tenemos el sexenio más violento de la historia con más de 100 mil homicidios dolosos en lo que va del sexenio. (si, imagínense ese Zócalo de ayer, pero lleno de muertos).
En el tema de salud, a estas alturas ya seríamos como Dinamarca, pues el “derecho a la salud”, nos ha traído la desaparición del seguro popular, el desabasto de medicinas y un manejo de la pandemia de lo peor en el mundo que, de acuerdo con cifras extraoficiales ha dejado casi un millón de muertos en México.
La impartición de justicia en México, como siempre, sigue al servicio de los poderosos, pues a pesar de que pregonan como merolicos que la Fiscalía es autónoma y que no recibiría consigna alguna por parte del presidente, sabemos que no es así, que se ha usado para amedrentar y para ejecutar venganzas políticas. Sigue igual que con los presidentes anteriores.
“Las compras y los contratos del gobierno se consolidarán mediante convocatorias y con observación ciudadana”, decían. ¿Les explico o mejor lo dejamos así?, con este gobierno que todo es opacidad, donde 8 de cada 10 contratos son por adjudicación directa. Y de lo del “decretazo”, mejor ni hablamos.
En ese sentido también se aseguraba que “habrá un auténtico estado de derecho” y que “a nadie le estará permitido violar la Constitución y las leyes…”, bueno, el principal violador, es él.
También el asunto de la impunidad y de la corrupción, insignes en la verborrea gubernamental, con la #4T, gozan de cabal salud, si no, pues pregunten a la familia López, a la familia Obrador, a Napito, Salgado Macedonio (el verdadero gobernador de Guerrero), a la Conade, a sus corcholatas por la línea 12 (Shienbaum y Ebrard), soltar al hijo del Chapo, la rifa del avión que no fue rifa, (una tomada de pelo histórica), los documentos falsos de la CFE. El pañuelito blanco está más manchado que nunca pues México hoy ocupa el lugar 124 de 180, de los países más corruptos del mundo.
La deuda ¿No hay?, bueno, recordemos que el año pasado sus sirvientes del Congreso, le aprobaron un endeudamiento para 2021 de 707 mil mdp y en esta legislatura sus lacayos le autorizaron poco más de 900 mil mdp para equilibrar las cuentas.
Y así, para el año que viene el monto que tendrán que autorizarle será de más de un billón de pesos.
¿Por qué?, pues a pesar de las arengas de que vamos a crecer un 4 por ciento, la economía es y seguirá siendo un desastre, no va a mejorar, pues aunque insista en hacer caravana con sombrero ajeno del asunto de las remesas y otras triquiñuelas, López se dará de santos con tener el país como lo tenía su antecesor, Peña Nieto (y no es culpa del COVID). ¡Tráguense ese sapo!
¿Primero los pobres? Si, definitivamente, pues con la #4T López les da la bienvenida a 4 millones de nuevos pobres (y contando) en lo que va de su gestión.
Sin duda el tema va ligado a la cuestión energética, pues a pesar de que se prometió el “desarrollo de fuentes alternativas de energía renovables como la eólica, la solar, la geotérmica y la mareomotriz”, la realidad es que se está construyendo una refinería (que nunca nos va a generar utilidad) y se compró otra, la propuesta del ejecutivo va en el sentido contrario, no solo de sus promesas de campaña, sino de las tendencias mundiales.
Así México, sin energía limpia y barata, ahuyenta la inversión local y foránea, lo que compromete aún más la economía del país.
La libertad de expresión el propio López dijo que su gobierno “nunca aplicará censura a ningún periodista o medio de comunicación”. Así es, solo cuando no le es favorable, cuando no lo adulan.
“Prensa Fifí”, “muerden la mano de quien les quitó el bozal”, “hampa del periodismo”, “manipuladores”, “medios conservadores”, “pasquines al servicio del conservadurismo”, “chayoteros” y demás frases (que repiten sus fanáticos como periquitos), son el pan de cada día en sus mañaneras. Es un buleador de periodistas.
La militarización del país, es un hecho los tiene de albañiles, electricistas, contratistas, llenando el ejército de corrupción y dinero
y ahora los quiere ocupar para repartir mejorales.
¿Le seguimos? Creo que es suficiente ¿Hay algo que celebrar?
Quienes ayer fueron al Zócalo unos por oportunistas y sinvergüenzas (Diputados, Senadores, Alcaldes, etc.), por ser beneficiados de todo esto que les platico, otros por padecer una ignorancia brutal y profunda, convencidos de las mentiras que les repiten todos los días, otros más por su torta, su refresco y sus doscientos pesitos, aduladores, focas aplaudidoras y acérrimos fanáticos.
Ayer, al presidente, al autócrata en su día, le fue bien, en su mundo de a mentiritas… Sigan aplaudiendo.
Qué lástima que al país no.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero