Todos sabemos que los tres poderes, en diferentes momentos de la historia, han operado de la mano, donde el ejecutivo abría las puertas de la residencia oficial de Los Pinos a los jueces cuando existía un caso polémico en la opinión pública y el presidente en turno hiciera algunas sugerencias para que las cosas salieran mejor.
El propio AMLO, lo vivió en carne propia esto en tiempos de aquel desafuero, cuando el entonces ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariano Azuela Güitrón, en el 2004, sostuvo una reunión con el entonces presidente Vicente Fox, en la que, supuestamente, analizaron el desafuero de Andrés Manuel López Obrador y las consecuencias de que el gobierno federal actuara legalmente en su contra.
Entonces el que el presidente haya dicho que, cuando algunos jueces relacionados con casos de delincuencia organizada “con mucho poder, donde protegen y ordenan que se libere a un delincuente en horas, no 72 horas, en 24 horas y un sábado” , le pedían a Arturo Zaldívar que así de favor, como cosa suya, interviniera en las resoluciones.
“Cuando se daban estos hechos y estaba Zaldívar se hablaba con él y él podía, respetuoso de las autonomías de los jueces pero pensando en el interés general, pensando en la justicia, en proteger a los ciudadanos ante el crimen, hablaba con el juez y le decía ‘cuidado con esto’”.
Eso si, todo por el bien del pueblo, eso le da legitimidad para tratar de la misma forma otros temas importantes.
Como el caso de Emilio Lozoya que hoy duerme en casa, abrazando sus millones y comiendo Patito Laqueado, ahora si traído por Rappi.
Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), obtuvo el pase a su casa, no sin un brazalete, pues ya sabemos de sus cualidades escurridizas.
Pero si Lozoya, además de ser un delincuente confeso, es un maestro en las artes de la fuga ¿Entonces por qué el brazalete?, en serio no representa un riesgo de fuga.
En 2020, Lozoya fue arrestado en España y posteriormente extraditado a México. Se le acusó de recibir sobornos millonarios de la empresa brasileña Odebrecht y de participar en un esquema de corrupción relacionado con la compra de Agronitrogenados.
Así que el petardazo más grande del sexenio solo confirma el pacto de impunidad que hay con el gobierno anterior, después de haber sufrido el que pensábamos que fue el sexenio más corrupto de la historia.
De los más cercanos a Peña Nieto, el único que se encuentra en la cárcel y a quién realmente le vendría bien la prisión domiciliaria es a Jesús Murillo Karam.
Además de los ex mandatarios Javier Duarte, de Veracruz, Roberto Sandoval, de Nayarit, Roberto Borge de Quintana Roo y el de Chihuahua, César Duarte.
De verdad es sorprendente o sospechoso la ineficacia de la Fiscalía de mantener a Emilio Lozoya en la cárcel, mantener a un delincuente confeso, en la cárcel.
Todo se queda en el aire, los cargos contra Videgaray, el presunto financiamiento de Odebrecht a la campaña de Peña Nieto los sobornos a legisladores para aprobar la Reforma Energética, hasta el propio caso de Agronitrogenados.
Ahí viene la raja, obviamente al presidente “no le gustó” que Emilio saliera de la cárcel e inmediatamente descalificó la decisión y dijo que la Fiscalía General de la República (FGR) “si tiene pruebas” contra Lozoya pero “el Poder Judicial está en un plan de otorgar perdones, de hacer valer la impunidad”.
Y de ahí se agarró para seguir en su discurso, para fortalecer su narrativa y arremetió contra la Corte, ooootra vez.
“Hoy la prisión preventiva, la quieren quitar, están en franca impunidad, garantizando la impunidad y siempre tienen una excusa, siempre hay un pretexto, ahora la excusa para que no haya prisión preventiva es que México ha firmado acuerdos con organismos de derechos humanos y que la prisión preventiva es violatoria de derechos humanos… lo que quieren ellos es quitarla”.
Y no paró ahí, sino que, a pesar del descaro de decir que le daba órdenes a Záldivar, aprovechó para defender al “Swiftie” mayor (muy mayor), tirando flores, al afirmar que con Arturo Zaldívar como presidente de la Corte, el Poder Judicial no hubiera descongelado las cuentas de la esposa de Genaro García Luna.
“Zaldívar no habría contratado a un asesor de García Luna que trabaja ahora de ayudante de la presidenta Norma Piña, claro que está tomada la Corte y el Poder Judicial y eso de hoy es para afianzarse y en la marcha fueron jueces, empleados del Poder Judicial porque como estamos planteando de que los elija el pueblo, porque es la única manera de limpiar el Poder Judicial…”.
Así es como el presidente López va a sostener su narrativa en contra del Poder Judicial y culparlos a ellos por su incapacidad o su negativa para procurar justicia a los mexicanos el presidente quiere ser los tres poderes.
Cuidado con eso.
Tiempo al tiempo.