Nadie le ha explicado a López que las inversiones que no vayan a China buscarán energía limpia y Estado de Derecho.
La buena noticia es que la caída de China le brinda a México una oportunidad histórica única para captar carretadas de inversión extranjera, especialmente en la industria manufacturera, pero también en los servicios.
La mala noticia es que gobierna Andrés Manuel López Obrador, quien lejos de facilitar este flujo que significarían literalmente millones de empleos bien remunerados, hace todo lo posible para estorbar.
Y no solamente son sus torpes políticas derivadas de un nacionalismo trasnochado, su castrismo a prueba de inteligencia, sino la torpeza de atacar a inversionistas en energía limpia para asentar un anacrónico y lesivo monopolio Pemex-CFE.
López Obrador y sus artífices de Pemex, CFE y Sener no sabían nada del mercado de energía antes de asumir las riendas y comenzar a reventar el crecimiento, la inversión en el sector y, endosarnos empresas quebrada que han significado pérdidas billonarias.
El resultado es que la tragedia llamada Cuarta Transformación ha logrado crear en casi cuatro años 1,159,400 empleos formales (De noviembre de 2018 a octubre de 2021, con cifras del IMSS) lo que significa un promedio mensual 24,668.
En este lapso en que se crearon apenas 1.16 millones de empleos formales la población de México creció en cuatro millones de personas, a pesar de la sobremortalidad del malo manejo de la pandemia que significó un aumento del 30% en la mortalidad.
En el lapso que la Cuatrote ha propiciado la creación de 1.16 millones empleos, la administración de Peña Nieto logró 2,503,018 empleos, 53,256 por mes, es decir 116 por ciento más.
Los datos de Coneval revelan que la pobreza por capacidades y la pobreza extrema que disminuyó en el gobierno de EPN, con AMLO crece y lleva 2.1 millones más de pobres por capacidades y los pobres extremos van en 11 millones, un aumento de ocho por ciento.
Y peor, AMLO presume su “sistema de salud estilo escandinavo”, pero en cuatro años dejó sin cobertura de médica a más de 16 millones de los más pobres del país, y la población sin servicios médicos creció de 20.4 millones de personas a 37 millones.
En China actualmente se han frenado las inversiones especialmente en la industria automovilística y metalmecánica, pero también en tecnología y manufacturas diversas, como ropa, zapatos o maquilas que no requieren mano de obra capacitada.
Según analistas como los del BBVA, la manufactura mexicana al ser una de las más competitivas y además la más cercana a Estados Unidos, se posiciona como candidato natural para ganar las inversiones que se dejen de ir a China.
El problema es que tanto las inversiones que provengan del primer mundo y que busquen el mercado internacional, deben respetar los lineamientos de la COP 26 y otros acuerdo que obligan a producir con energía limpia, y de eso no hay en México.
El obradorato, para quien Rusia aún se llama Unión de Repúblicas Soviético Socialistas, ha presionado a los inversionistas en energía limpia para que se vayan de México, mientras CFE genera con carbón, combustóleo y gas.
Pero ahí no para lo trágico, en su estúpida busca de figurar en la historia junto a Cárdenas, quien dejó el poder hace 82 años, López Obrador no deja de confrontarse con Estados Unidos, y lo hizo con la energía y ahora con el maíz.
Creo, es más, estoy seguro que López Obrador no sabe que los grandes productores y exportadores de granos en Estados Unidos son la base que sostiene política y económicamente a su “mister amigo”, Donald Trump.
Y en fin, en un país que empobrece, donde la delincuencia organizada ya controla el 70 por ciento del territorio, lejos de poder ofrecer reglas claras, Estado de Derecho y energía limpia, ofrecemos todo lo contrario, un Riesgo País al nivel de Honduras.
Y resumiendo con frases macuspanas. Pobre México, tan lejos de la inversión y tan cerca de López Obrador, o peor: Pobre de México, cuando tiene para carne, es cuarta transformación.
