A 208 años del inicio de la lucha por la independencia. ¿Consideras que México hoy es un país independiente?
Por Israel Pérez Valencia | Catedrático
Dicen por ahí que “La libertad consiste en elegir las propias ataduras”, algo muy cierto si la vemos como la posibilidad de decidir sobre nuestro actuar en las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. Los mexicanos, como otros ciudadanos del mundo, hacemos uso de nuestras libertades, como la política, de conciencia, económica, ideológica y hasta sexual, de acuerdo a nuestras necesidades e intereses.
A 218 años del inicio de la lucha de independencia ¿México es un país libre? No es pregunta de una sola respuesta. Las circunstancias históricas dejan en claro que para conservar unas libertades, tuvimos que sacrificar otras. Es complejo hablar de libertad como país con el historial de acoso que hemos sufrido de otras naciones como España, Estados Unidos, Francia y otra vez Estados Unidos. Incluso, en el propio siglo XIX, algunas entidades –sobre todo las del norte y sur del país– vieron con buenos ojos el no pertenecer a los Estados Unidos Mexicanos sin importarles la lucha armada que inició en 1810, es decir, renunciaron a la idea de ser un país libre e independiente.
Haciendo a un lado las múltiples dependencias que tenemos como país, los ciudadanos hemos conquistado algunas libertades importantes, el reto es que hagamos uso de ellas y les demos una utilidad para nuestras vidas y las de los demás. Es lo que no debemos olvidar en la conmemoración de las fiestas patrias.
Enrique Paniagua | Creativo
A más de 200 años de ser “independientes” y “libres” como ciudadanos, hoy más que dudas, tengo muchas cosas por exigir.
¡Basta de políticos corruptos!
¡Basta de mentiras!
¡Basta de mexicanos que le meten el pie a otros mexicanos!
¡Basta de un quinto partido!
¡Basta de mexicanos ignorantes!
¡Basta de gente ventajosa!
¡Basta de asesinatos!
¡Basta de impunidad!
¡Basta de transmitir basura en la tele!
No más desaparecidas, no más secuestros, no más abusos, no más pendejos en el poder. ¡Ni uno, ni una más! Por favor.
¡Que vivan los sabores, colores y la gente que nos hacen extrañar esta maravillosa tierra a la distancia! ¡Vivan las sonrisas de los niños por encima del abuso infantil! ¡Viva el mezcal, el mole, las carnitas y el pastor!
¡Que viva la casi extinta libertad nacional!
¡Vivan los anti héroes que nos hacen creer en la patria y que la revolución no fue en vano!
¡Viva esta tierra y toda la gente que la cuida y la trabaja!
En este país, no se dice, se grita: ¡Viva México Cabrones!
Yo digo que: Viva México, con todos sus cabrones. Viva México y chinguen a su madre todos los culeros que no lo dejan avanzar.
Y si, hoy en México, más que nunca, se grita, con todo el corazón.
Manuel J. Solís | Productor
México jamás ha sido un país independiente. No hay, de verdad, ninguno en todo el mundo y no es, para nada una situación deseable. La subsistencia de la población mundial depende del comercio internacional. Pienso que el discurso sobre la independencia de México es más bien un mito creado y promovido por gobiernos nacionalistas de principios y mediados del Siglo XX, que muchos políticos siguen usando para cobijarse y que excita la imaginación de los más inocentes.
México sufrió una guerra civil y varias invasiones extranjeras en una lucha por establecer un gobierno local. Décadas de conflicto para liberarnos de un sistema de gobierno extranjero, corrupto, lejano a los ciudadanos, y en manos de los de élites, para establecer un gobierno mexicano con las mismas características.
Lo que escribí en el párrafo anterior es una exageración, y una verdad a medias. México se ha convertido en la decimotercera quinta economía a nivel internacional. Hemos abatido el flagelo de algunas enfermedades de manera más efectiva que en países desarrollados y contamos con instituciones gubernamentales que logran dar servicios de salud y educativos a la mayor parte de la población. En nuestra Cámara de Diputados no existen las «bancadas religiosas» que son comunes en otros países y hemos logrado por fin y tras décadas, legitimar nuestros órganos electorales.
Hay pendientes, pero esos siempre los va a haber. Tendremos reveses, eso se los aseguro, pero saldremos adelante. Siempre lo hacemos.
