Durante esta época de pandemia y confinamientos, todos hemos vivido esa sensación de aislamiento, de encerrarnos y estar aislados del mundo entero. En Canadá hemos llevado una de las más largas jornadas de confinamiento a nivel internacional, pero México parece estar rodeado por un muro invisible…
El resto del mundo está tan lejos para los mexicanos, y no es culpa del muro divisorio de la frontera norte, es una situación en la que la mayoría de la gente en México solo tiene ojos y oídos para lo que sucede dentro del país, incluso solo en su estado, su municipio y su ciudad.
Desde mi confinamiento obligatorio por la pandemia, he visto de lejos la jornada electoral que está por culminar con las elecciones del 6 de junio. Y veo otro país, otro Querétaro, es como si todo hubiera cambiado drásticamente; aunque hay cosas que persisten, como la pobreza, un débil Estado de Derecho, las mentiras de muchos políticos, la manipulación de la información y el avance del crimen organizado.
Al interior de ese país amurallado en que se ha convertido México, hay muchos muros. No veo en las campañas unidad o coherencia, cada candidato le da su “toque personal” que no comparte con otros candidatos del mismo partido. No percibo una plataforma clara o ideologías identificables, cada quien quiere jalar agua para su molino.
Veo un abuso de las redes sociales, donde las campañas políticas se confunden con memes, con noticias de la farándula, con malos chistes, imágenes grotescas y ridículas de candidatos saliendo de cajas de muertos, bailando al ritmo de banda o de reggaetón, mentando madres (literal) o imitando a personajes de películas. Al tiempo de casos en que el crimen organizado elimina o reprime a los candidatos que no le convienen.
Han salido noticias preocupantes sobre la exagerada adjudicación de responsabilidades al ejército, el debilitamiento de los Poderes de la Unión. No sé a dónde se dirige el país. La presentación constante del primer mandatario hablando de todo tipo de temas, parece más un plan de propaganda, no importa el mensaje de fondo, su propósito es infundir en los ciudadanos la idea del líder, su poder irreprochable e incuestionable.
Más que una contienda electoral, las campañas parecen un reality show donde el premio es ganar un puesto en la maquinaria gubernamental para lograr un modus vivendi, no para consolidar un proyecto de país.
En medio de todo este caos, los mexicanos no tienen tiempo de pensar en temas serios como la criminalidad desbordada, la pérdida de empleos o la pandemia. Al mismo tiempo ocurren logros “extraordinarios”, como la vacunación contra el Covid que avanza con gran éxito y hasta el hecho de que una mexicana ganara el certamen Miss Universo. ¡Miren, todo lo que está logrando el actual régimen!
Mientras tanto en Canadá seguimos en confinamiento, uno de los más largos a nivel internacional, a duras penas saliendo de la 3ª ola. Estos son los datos duros:
México ha vacunado al 14% de la población con 1 dosis, 9.2% con ambas dosis; con un total de 26 millones de vacunas aplicadas. Canadá lleva vacunada a la mitad de la población (50%) con la 1ª dosis, 4.3% con la 2ª dosis, y se han dado 20 millones de vacunas en total. Estados Unidos ha aplicado la 1ª dosis a 49% de su población, y la 2ª al 39%, sumando un total de 284 millones de vacunas.
Si nos preguntamos qué país va mejor, las respuestas varían conforme se lean los datos… Por total de vacunas contra el Covid 19, definitivamente el ganador es Estados Unidos, sin embargo, han dado la 1ª dosis a 49% de su población, mientras que Canadá -que de los 3 países ha aplicado menos vacunas- ya aplicó la 1ª dosis a la mitad de su población (50%). Pero los gringos llevan casi 40% de su gente completamente vacunada, eso les ha permitido no solo empezar a reabrir todo tipo de negocios y espectáculos, sino que su reto es conquistar a la gente que duda de la eficacia de las vacunas y hay hasta una lotería de 5 millones de dólares, done quien acepta la vacuna recibe un boleto.
Aquí, aunque la emergencia sanitaria está pasando, los casos bajando, las camas de cuidado intensivo están menos saturadas, y cualquier adulto (mayor de 16 años) ya puede vacunarse, algunos atorones persisten: Varias provincias han suspendido el uso de AstraZeneca porque ha habido casos de trombosis (1 en 55 mil, cuando se decía q era 1 en 500 mil), algunos proveedores están teniendo dificultades para cumplir sus contratos y el militar que coordinaba la distribución fue suspendido debido a un escándalo de abuso sexual (actualmente bajo investigación); el 3er militar de alto rango sumido en las mismas acusaciones.
Volviendo al análisis de los datos de las vacunas, efectivamente México ha aplicado más vacunas que Canadá, sin embargo, solo ha aplicado la 1ª dosis solo al 14% de su población y con la 2ª dosis solo al 9%, que es el doble de los totalmente vacunados aquí. Y, así las cosas, en México varios estados han ido reabriendo su economía, el confinamiento realmente ha sido algo muy relativo. Por suerte, las nuevas variantes que han dañado aquí, no han entrado mucho a la nación azteca. ¿Será ese muro invisible?
La jornada electoral mexicana está a la vuelta de la esquina, es una tristeza ver que un evento tan importante para decidir los destinos del país, se haya convertido en una feria de discursos repetidos, ataques, burlas, amenazas y promesas que no se van a cumplir.
Ese bombardeo de mensajes partidistas, declaraciones palaciegas, rumores de oscuras campañas antigubernamentales y hechos de violencia del crimen organizado permeando varias regiones del país, generan en el electorado miedo, desconcierto, división, incertidumbre; muy lejos de dar elementos para realizar una decisión concienzuda y meditada acerca del futuro que quieren para Querétaro, para México.
A veces, el abuso de las libertades se convierte en una prisión de ignorancia. Si todos decimos lo que pensamos en redes sociales, cómo saber cuál es la verdad, cuál es la realidad, hay tantas versiones de la realidad como personas hablando o texteando. Me parece que se está perdiendo el sentido de identidad nacional. Y aun en Querétaro, con una oferta política tan diversificada en estas elecciones, me pregunto si aun se habla de la queretanidad, ese orgullo de los que nacieron en esa tierra, o si han sucumbido a la invasión chilanga y seguramente de otras entidades que se refugian en una de las pocas urbes donde la violencia del crimen organizado parece estar ausente.
El voto es un privilegio, un derecho que ha costado sangre a nuestros antecesores, es la base del gobierno del pueblo, la llamada democracia. Quien ofrece un regalo ahora a cambio de un voto, lo va a cobrar con intereses llegando al poder. Ojalá que cada voto emitido derribe todos esos muros y se rescate la identidad nacional.