Jalpan de Serra, Qro. 6 de Julio de 2022.- El Centro Cultural de Jalpan de Serra no ha sido capaz de concluirse, se encuentra abandonado y en obra negra desde hace más de 10 años. Lo que en otros tiempos fuera la escuela Melchor Ocampo, vecina del coloso más importante de Jalpan –el fuerte español del Siglo XVI y actual Museo Histórico de la Sierra Gorda–, ahora es el cascarón de lo que en 2012 se visualizó como un centro cultural moderno detonante de la cultura y las artes de la región serrana.
La obra inició con recursos federales y municipales, pero se quedó inconclusa durante tres administraciones consecutivas. En su primer etapa se construyeron salones, biblioteca, salas de incubadora de negocios, estacionamiento, elevadores. En una segunda etapa se levantó el área del auditorio, salón de danza, terraza, y posteriormente una explanada que nivela con la altura del jardín de la plaza principal. La última intervención fue hecha con el visto bueno del estudio de factibilidad pero sin la licencia de permiso de construcción por el Institución Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En completo abandono y ruinas
El proyecto arquitectónico fue creado por la firma Altiplano Arquitectura, quienes presentan la obra como Centro Cultural Melchor Ocampo en la Sierra Gorda. En su sitio web, la firma indica que hay un área construida de 5 mil 200 m² y describen que:
“Los edificios principales del centro cultural, el auditorio y la biblioteca, buscan ofrecer un contrapeso al fortín, y fueron concebidos como dos crujías paralelas con una circulación central, en respuesta a la disposición que presenta el edificio del siglo XVI. Se ha puesto especial énfasis en que los edificios que rodean al auditorio y biblioteca: talleres, galerías, cafetería y salón de usos múltiples, mantengan una relación de respeto con el entorno perfectamente definido del centro de Jalpan”.
El arquitecto Roberto Jiménez, titular del despacho Altiplano Arquitectura declaró para Artes y Destinos que ganaron el concurso de diseño en 2005 para realizar el proyecto ejecutivo. “Lo entregamos en 2006, antes de la mitad del año. (Nos dijeron) que estaban evaluando que lo iban a construir, nosotros propusimos llevar la supervisión de la obra. Porque por ley, no se puede proyectar y construir. Pero si podamos haber sido ser elegidos para supervisar. Luego pasaron algunos años, digo, es una decisión importante para la zona, y al referirme con importante me refiero a que son alderedor de 5 mil metros cuadrados, según recuerdo, y eso estoy consciente de que involucra un presupuesto que no es pequeño. Unos años después, salió con que lo iban a construir, volvimos a ofrecer la supervisión, dijeron que iban a ver, y ya no supe más”.
Indicó además que le significó “un proyecto con mucho cariño, nosotros habíamos propuesto que para no dar más mantenimiento a la obra y que se quedara así como están los renders, forrarla con lamina negra, para que se pudiera oxidar y que pudiera servir de revestimiento, en otras partes con lámina perforada para dejar que pasara la luz y sirviera de linterna urbana (…) Lamentablemente esos proyectos quedan en buenas intensiones, por eso yo quería llevar la supervisión, porque sé que son muy dados a hacer lo que se les da la gana. Uno como arquitecto se la pasa pensando y rebanándose los sesos para ver cual es la mejor de las soluciones y a la hora de la construcción llega quien sea, toma atajos y hace las cosas mal”.
Actualmente, la infraestructura presenta inundaciones y encharcamientos en época de lluvia; el espacio destinado al auditorio fue usado como almacén hasta hace unos meses y sus rincones han sido invadidos por una plaga de pichones. La biblioteca es la única área que funciona, ya que fueron cerrados los talleres de danza, música, ajedrez, artes plásticas y teatro; solamente funciona el taller de música de viento para niños. Hace un par de años, estos talleres generaban en conjunto con la biblioteca, cerca de 400 actividades anuales.
En la actualidad, se observa desierto el lugar. Su acceso está lleno de desniveles, imposibilitando la vialidad para personas con alguna discapacidad motriz; son visibles los parches de la restauración por la humedad en los muros interiores del perímetro de las salas que albergaron en algún tiempo al INEA.
Cerrada con candado se encuentra la Sala de Interpretación del Arte Popular que ya está habilitada, con la museografía hecha y lista para abrir. Fue concebida para exhibir artesanías y punto de venta de productos locales; sin embargo, nunca abrió sus puertas porque hay vacío legal de responsabilidad para la potestad que podría ser del municipio de Jalpan o de alguna de las Secretaría de Cultura o Turismo del estado.
Los salones de danza y teatro permanecen cerrados, la incubadora de negocios se observa sin actividades. En lo que sería una especie de terraza, los mosaicos están sueltos, en el área posterior del auditorio, y se encuentra inconcluso el salón de danza, con varillas oxidadas y encharcamientos durante las lluvias.
En el estacionamiento no existen salidas de agua y las manchas de humedad son evidentes a la vista. Los elevadores siguen sin funcionar y los dos salones debajo del auditorio, que pudieran haber sido camerinos o almacén, se encuentran cerrados y con humedad latente.
Durante la ejecución de la obra en todos los periodos, los expertos de la Comisión Estatal de Aguas y el INAH han indicado tajantemente que es necesario la construcción de un cárcamo que conecte al río para dar salida al agua de temporal que inunda esta infraestructura, recomendación a la que se ha hecho caso omiso.
Oídos sordos al INAH
Artes y Destinos consultó sobre esta situación a la directora del Centro INAH en Querétaro, Rosa Estela Reyes, quien consideró que el centro cultural de Jalpan es un espacio muy necesario, tanto para la comunidad, como para la Sierra Gorda y otros estados colindantes.
Reconoció el papel que el exdirector del Museo Histórico de la Sierra Gorda, Junípero Cabrera, desarrolló en los últimos 20 años. Indicó que “hizo que Jalpan cobrara una importancia estratégica fundamental. Es el crisol de muchos proyectos culturales y el centro cultural es la respuesta a la necesidad de una infraestructura para poder continuar con el liderazgo que tiene Jalpan, y entonces se proyecta este centro cultural. Desde el principio, el proyecto se ejecutó con modificaciones que no fueron autorizadas por el INAH, de modo tal que se hacen observaciones a lo construido y a ciertos requerimientos técnicos muy importantes como un cárcamo para desviar el agua que tienen ahí en el estacionamiento y que está generando problemas de humedad tremendos, de modo tal que no funciona la parte eléctrica ni el elevador. En la siguiente administración municipal fuimos para ver que alternativas; les propuse que se hiciera un estudio estructural y que se convocara al colegio de arquitectos y de ingenieros y que nos apoyaran en ese estudio. Pero paso la administración y no se logró”.
Rosa Estela Reyes confía que en la actual administración municipal haya mejores condiciones, “porque tanto el estado, a través de obras públicas, como cultura, están interesados en reactivar los centros culturales regionales. Y esto vuelve a poner en el escenario este edificio que puede jugar ese papel. El municipio está interesado, incluso la diputada que antes fue presidenta municipal (Selene Salazar 2015 -2018), y que estos 15 millones de pesos que se invirtieron no se queden ahí estancados. La federación, es decir el INAH, está convencida que hay que sumar en los tres niveles de gobierno para que estos recursos se apliquen y se pueda concluir con este centro cultural. Creo que hay condiciones para ello”, respondió con confianza.
La directora del INAH en Querétaro, observó que legalmente no hay conflicto, por el contrario, “hay suma de voluntades, en términos, de tener claro que debemos de tener un proyecto técnico que responda a los requerimientos que hizo el INAH. Por ejemplo, uno de ellos es la fachada que no puede afectar a la zona de monumentos y está la solución técnica de como recortarlo. El otro es el resolver, a través de un cárcamo, el ojo de agua. De ahí en fuera, es proyecto ejecutable con un estudio estructural que nos ayude a ver la siguiente etapa”.
Suma de voluntades por la cultura
La directora del INAH-Querétaro indicó que el proyecto del centro cultural quedó en obra negra porque no alcanzó el tiempo político ni el recurso para concluirlo; pero además, cuando el INAH acudió a supervisar la obra, constató que no se ejecutó de acuerdo a la licencia autorizada. Rosa Estela argumentó que “lo que nosotros pedimos es hacer esas modificaciones. Ahora que hay voluntad de continuar, hay que recapitular y se tiene que revisar estructuras, alturas, revestimientos, recuperar la licencia original y hacerle las modificaciones que si puedan ser aceptadas”.
Sentenció que no se debe olvidar que el “centro cultural está exactamente al lado del monumento más importante que es el presidio, el más antiguo y el más bello de la Sierra Gorda, y ahí nos interesa mucho preservar la imagen urbana. Y por otro lado la planeación de un Centro Histórico para poder tener una política de desarrollo. Ojalá pudiéramos hacer un decreto de zona de monumentos, pero por lo pronto cuidar la imagen urbana porque la modernización nos gana”.
Centros Regionales de las Artes
En su campaña para la gubernatura de Querétaro, el entonces candidato, Mauricio Kuri, aseguró que, de ser electo, incrementaría la infraestructura cultural en el estado. Una vez ganadas las elecciones, nombró a la artista plástica, Marcela Hebert Pesquera como titular de la Secretaría de Cultura de Querétaro, quien a las pocas semanas hizo un llamado a los creadores a participar en foros regionales para generar un diagnóstico sobre la situación de los autores y la cultura en la entidad. Con base en la información obtenida de esta aproximación, la funcionaria aseguró que se definirían las directrices de su Programa Estatal de Cultura 2021-2027, siendo una de ellas la creación de la red de Centros Regionales de las Artes (CERART).
En el mes de octubre de 2021, Herbert Pesquera visitó el centro cultural de Jalpan de Serra, y luego de recorrer sus instalaciones acompañada del presidente municipal de Jalpan, Efraín Muñoz Cosme, y la directora del INAH en Querétaro, Rosa Estela Reyes, confirmó que albergaría el centro de operaciones del CERART como “hito estructural que favorezca la formación, producción y difusión de la comunidad artística de la región de la Sierra Gorda”. Sin embargo no se le ha dado seguimiento a dicha obra.
Al cierre de esta nota, Artes y Destinos buscó en reiteradas ocasiones al coordinador de cultura del municipio de Jalpan de esta administración, Manuel Briseño, sin recibir una respuesta favorable. La misma suerte se corrió con la actual diputada local por el PAN Selene Salazar quien fuera alcaldesa de Jalpan en el periodo 2015 -2018.
