Sin duda los demonios andan sueltos a lo largo del territorio nacional.
Por lo que si Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur, viviera… combatiría la inseguridad que existe en el País.
En México, homicidios, secuestros, extorsiones y robo de vehículos, entre otras cosas, son pan de todos los días, sin que exista poder humano que los pueda frenar.
Los grupos criminales se disputan el control de drogas y otras actividades ilícitas, dejando una estela de muerte y terror a su paso.
Si el Caudillo del Sur viviera… lucharía por mejorar las condiciones del agro, en donde los campesinos se quejan de falta de apoyos y de que los grandes ganadores del negocio en varias ocasiones son los acaparadores que gozan de protección en los diferentes niveles de Gobierno.
Cada vez hay voces que señalan que el campo está más abandonado que nunca.
Si el Caudillo del Sur viviera… pelearía contra la opacidad y las inconsistencias en el gasto y reparto de recursos.
Actualmente las irregularidades y desvíos de recursos por parte de gobernantes son día a día más comunes. El dinero no llega en muchas ocasiones a donde debería de ser aplicado y se queda en los bolsillos de funcionarios públicos, los cuales sacan ese dinero del País, para guardarlo en cuentas ubicadas en paraísos fiscales.
Aunado a eso, los favores para amigos o conocidos están a la orden del día, ya sea adjudicando obras de manera directa o manipulando aquellas que se concursan.
Si el Caudillo del Sur viviera… seguramente se declararía apartidista, ya que todos los partidos políticos viven de hacer promesas a la gente para ganar su voto, pero en muy contadas ocasiones cumplen su palabra.
El brincar de un partido a otro ya es una forma de vida cuando no son favorecidos en designaciones para ocupar cargos de elección popular o cuando sus intereses personales se ven afectados de alguna manera.
Si el Caudillo del Sur viviera… a lo mejor ya se hubiera levantado en armas, pero no por el reparto justo de tierras, sino por el descontento social y las constantes manifestaciones por la inseguridad, la economía y la falta de apoyos, entre otras cosas, lo cual contrasta con las cifras alegres que dan los distintos órdenes de gobiernos y los miembros de sus gabinetes, a quienes las críticas ponen últimamente de muy mal humor y las minimizan señalando que son de índole electoral.
Por lo pronto, los demonios seguirán sueltos en el territorio nacional, debido a que el Caudillo del Sur… ya no vive.