Chicago, IL.- ¿Qué pasaría si los mexicanos residentes en los Estados Unidos dejaran de enviar dinero a sus familias en México? Las consecuencias serían desastrosas para la economía mexicana y, por consecuencia, para los gobiernos en todos los niveles.
Lo cierto es que las remesas son fundamentales para la estabilidad de México, que este año ha captado por este concepto poco más de 30 mil millones de dólares, un aumento del 8.46 por ciento respecto al mismo periodo del 2018.
Según el Banco de México, Querétaro recibió 527 millones de dólares en remesas durante los primeros nueve meses del 2019, un incremento del 7.7% comparado con el mismo periodo del año anterior.
En este lapso la capital queretana captó 120 millones de dólares, es decir el 22.8 por ciento de las remesas, mientras que San Juan del Río recolectó 60 millones de dólares, el 11.4% de los envíos desde el extranjero.
El análisis arroja que otros municipios con gran captación de remesas son Amealco, con 42 millones de dólares; Cadereyta recibió 37 millones de dólares; y Jalpan de Serra, 35 millones de dólares.
En total, cinco de los 18 municipios del estado (Querétaro, San Juan del Río, Amealco, Cadereyta y Jalpan) recibieron remesas por 294 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, el 56 por ciento del total.
Los envíos de los mexicanos que vivimos en los Estados Unidos representan la segunda fuente de divisas de México, solamente después de las exportaciones automotrices.
En gran medida los migrantes cargamos la canasta a los gobiernos municipales, estatales y federal, incapaces de generar mejores condiciones económicas, con mayores oportunidades de desarrollo, motivo que nos obligó a emigrar.
Traigo esto a colación porque los migrantes queretanos estamos a punto de comenzar el regreso al terruño para las fiestas decembrinas. Hemos estado planeando el retorno todo el año; vamos muy emocionados, ya sea por tierra o por avión.
En este ansiado regreso los mexicanos que vivimos en los Estados Unidos confiamos en la protección de las autoridades, sobre todo para los que viajan en sus vehículos. Las famosas caravanas deben contar con la garantía de absoluto respeto a sus integrantes, que con mucho esfuerzo se han preparado para el largo recorrido.
Desde esta trinchera pido al gobernador Francisco Domínguez Servién que haga todo lo posible para garantizar que nuestro retorno a suelo queretano cuente con la seguridad necesaria, incluso desde la misma frontera.
Primero Dios, allá nos vemos. Que todos lleguemos sanos y salvos.