Algo no visto en México en sexenios anteriores, es que un presidente viva en campaña electoral permanente, a través de las mañaneras; lo del dedazo y las corcholatas sí es parte de los usos y costumbres nacionales. Otro factor que, ahora más que nunca, está marcando el año electoral en el país es la violencia de parte del crimen organizado contra los candidatos. Según fuentes noticiosas, van más de 30 aspirantes asesinados, 77 amenazados y 11 secuestrados… Y claro, es la primera vez que las principales aspirantes presidenciales en contienda son mujeres.
Mientras tanto, por estos terruños, parece que los lideres de los 3 principales partidos están en modo de campaña, y eso que oficialmente en Canadá las elecciones deberían ser hasta el año próximo. Rompiendo con la costumbre local de hacer campañas muy cortas, las aguas andan muy agitadas por acá. ¿Será que Justin Trudeau siente que la gente ya no está contenta con él?
A diferencia de México, aquí el primer ministro dura hasta que la gente quiere… si al presentar el presupuesto federal, el parlamento considera que éste no es viable disuelve el gobierno y se convoca a elecciones. Por ahora, Trudeau ha sobrevivido a varios “votos de confianza”, sin embargo, ha venido anunciando una derrama de miles de millones de dólares, que programas de vivienda para milenials, y hasta hipotecas “halal”.
Y aquí viene la parte interesante y oscura. En Canadá, siendo una nación multicultural, es común ver lugares de comida que procesan alimentos conforme a las tradiciones religiosas de musulmanes y judíos: halal y kosher, respectivamente.
La semana pasada, al presentar el presupuesto federal para 2024, el gobierno anunció que estudia la posibilidad de promover entidades financieras que ofrezcan las llamadas “hipotecas halal”. El altísimo costo y la escasez de la vivienda es ahora uno de los mayores problemas del país. Tiene mucho sentido que se ofrezcan alternativas de financiamiento más baratas. ¿Pero que es una hipoteca “halal”?
Es una opción financiera que se adhiere a los principios de la ley islámica. En teoría, no involucran intereses (riba) por considerarlos una forma de usura y siguen una serie de reglas éticas y morales, además de fomentar la inversión productiva comunitaria. Para los queretanos sería el equivalente cristiano de las cajas populares.
Y aquí viene la parte que me intriga… ¿por qué ofrecer hipotecas más accesibles solo a la comunidad musulmana? Sobre todo, en un momento en que el mundo ve una profunda crisis entre musulmanes y judíos, a raíz del genocidio que está cometiendo Israel contra Gaza (Palestina).
En el discurso oficial, el gobierno de Canadá se ha alineado con el de Estados Unidos, ofreciendo apoyo irrestricto al Estado de Israel. Cabe señalar que, ante presiones de algunos círculos políticos, supuestamente Canadá ha dejado de enviar armas y municiones a Israel, pero en el discurso sigue favoreciendo a los semitas.
Se rumora que grupos de gran influencia en Ottawa han externado a Trudeau que la comunidad musulmana está muy molesta por dicho apoyo a los israelitas. Y quizá esa es la razón por la cual Trudeau quiere coquetear con los votantes musulmanes.
Y me pregunto ¿qué tan influyente es la comunidad musulmana en el padrón electoral, comparada con los votantes semitas (judíos)? Se supone que la mayoría en Canadá es cristiana (alrededor de 50%) -aunque los jóvenes en general no profesan ninguna religión-; los musulmanes en estadística solo representan el 5%; los judíos ni siquiera pintan en las estadísticas (1%).
Desde hace mucho se ha dicho que los judíos manejan Wall Street y están entre la gente más rica en todo el mundo. El hecho es que ante la guerra genocida contra Gaza, casi todos los gobiernos del planeta apoyan a Israel, mientras que los pueblos y ahora los grupos estudiantiles de Estados Unidos han venido apoyando a los palestinos.
¿Y si algo similar ocurre en Estados Unidos? Algunos medios insinúan que el reciente cambio de política de Canadá alejándose del apoyo a Israel, es por la mano negra del gobierno gringo que indirectamente quiere presionar al gobierno de Netanyahu (Israel), para parar la guerra contra Gaza… claro, porque los electores americanos ya no apoyan esa masacre.
¡Y ese es el problema! Que las elecciones se están agitando debido a cuestiones ajenas a los procesos mismos; ya sea por el narco, como en México, o por los juegos de poder y el cabildeo de poderosos grupos religiosos, con profunda influencia en la opinión pública y/o su poder económico global, en Estados Unidos y en Canadá – aun cuando no es año electoral-.
El hecho es que los procesos electorales de 2024 están marcados por sangre, violencia e intereses ajenos. Y que intereses y conflictos ajenos ejercen una gran influencia en el electorado, como si las problemáticas existentes no fueran suficientes.