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Al carajo…

Mentira: Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe , se piensa o se siente . 2. f. Cosa que no es verdad .

El cerco se cierra y en el palacio están desesperados, el mesías tropical y su corte de focas aplaudidoras, ya de plano le entran al show como tal, como el “festival del día de las madres”, convirtiendo la mañanera en matiné del Teatro Blanquita.

La desesperación ya está haciendo presa de ellos porque nada en lo absoluto, les está saliendo bien.

Todas sus mega obras retrasadas y sus leyes están en la congeladora por ser consideradas inconstitucionales, las encuestas donde su aprobación va decayendo así como la intención del voto por Morena, tanto para gobernador, como para el congreso.

La tragedia de la línea 12 del metro, es un golpe de realidad para quienes conforman y simpatizan, adoran a la #4T.

“Porque no es ese mi estilo, eso tiene que ver más con lo espectacular y lo que se hacía antes, no me gusta la hipocresía. Estoy pendiente, estoy solidarizándome con los familiares de las víctimas, me duele mucho, pero esto no es de irse a tomar fotos, eso ya también al carajo, ese estilo demagógico, hipócrita, eso tiene que ver con el conservadurismo”.

Majadero, esa es la calidad moral de quien hoy nos gobierna.

¿Al carajo? ¿Y no fue a Hidalgo cuando la explosión? ¿Y no fue a ver a los “enfermos” de COVID que luego resultaron ser actores y maniquíes? ¿No acaba de ir a Minatitlán? ¿también fue a ver su tren Maya?. ¿Y los tweets del AMLO del pasado?

De verdad es lamentable la falta de empatía del Sr. López, pues sabe que sus candidatos están metidos hasta la nariz en esa tragedia y que no hay pasado al cual culpar por este crimen que al día de hoy lleva 26 víctimas.

Basta recordar al infame Joseph Goebbels, quien fuera el ministro de Propaganda de Adolf Hitler, la frase de que: “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

El presidente López que, desde la mañanera, un día miente y el otro también, confía en esa máxima y la ha hecho parte de su forma de gobernar.

Obviamente sabemos que en los hechos, la máxima no aplica, pues tenemos un avión rifado que no se rifó, un instituto para devolver al pueblo lo robado (que roba), una pandemia que está controlada desde febrero del año pasado y demás mentiras que todos conocemos.

Sin embargo, el éxito de esas mentiras (entre sus fanáticos) radica en que a López sus mentiras le dan: Legitimidad política, apariencia de veracidad y eco en los medios.

Como ya lo hemos dicho en este espacio los medios (y la oposición) solo medran de lo que dice bien o mal el presidente y el único que gana pues es el propio López pues controla la agenda informativa de los medios de comunicación, crea marcos mentales que ponen el debate en los temas que él quiere para su propio beneficio y lo mismo sucede con la oposición que cae atrapada en este círculo.

Lo peor es que le sigue funcionando, pero ya no es tan efectiva como antes.

Simular, fingir y engañar es lo que hace López para mantener en control su gobierno, a un país que se encuentra cada día más lastimado por la violencia, la pandemia y la indiferencia de sus gobernantes.

López es como Napoleón que decía que la verdad es “lo que se cree de todo corazón y con toda el alma”.

El último distractor para proteger a sus “purasangre” fue lanzarse al cuello a los dos candidatos punteros a la elección de Nuevo León y mandar a sus lacayos a desaforar a su ex camarada, Mancera.

Pues yo creo que ya fuera de sí, reconoce abiertamente y contraviniendo toda ley que «está metiendo la mano» en el proceso electoral.

Además de reconocer que tuvo que ver con que la FGR a través de la Fiscalía Electoral (FEDE) investigue a los candidatos a gobernador de Nuevo León, Adrián de la Garza, por el PRI, y a Samuel García de Movimiento Ciudadano, por posibles delitos electorales.

» ¿Y que usted está metiendo la mano en las elecciones?», se le preguntó.

«Claro que sí, claro que sí, si aquí lo di a conocer, si es de dominio público, lo estoy diciendo, no podemos ser cómplices del fraude».

Ya es hora de aceptar, aunque no nos guste, aunque duela, que tenemos un gobierno populista, un presidente autoritario, del cual el PRI de los 70 estaría orgulloso, López no es de izquierda, en esos planos lo debemos de colocar en la derecha más reaccionaria y recalcitrante que ha visto este país.

Ya cada vez están más cerca las elecciones y eso lo tiene muy nervioso, extraña ver a alguien desde la cima del poder estar preocupado por perder sus privilegios, el eterno candidato algo estará visualizando de lo que se viene para él en las próximas elecciones que lo tiene muy preocupado.

Sus mentiras, sus montajes parece que ya no le están alcanzando y, desgraciadamente no conoce otra forma de gobernar, más que imponer su percepción del mundo y aquí, queridos amigos, lo que está peligrando es el sistema democrático, López y sus secuaces quieren acabar con la democracia que existe en el país.

Nosotros todavía tenemos la última palabra, al carajo con las mentiras, al carajo con el autoritarismo, al carajo con la falta de empatía, al carajo con una transformación que ni siquiera sus impositores saben que es.

El imperio de la ley y la voz ciudadana va a poner en su lugar a todos.

Tiempo al tiempo.

Héctor Guerrero

Periodista. Director en @politicamx @TiempoReal_mx y @losfuertes.mx Adicto a la información. Apasionado y en línea con los deportes y la política. México

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