- Lo recibieron como cualquier visitante a la Casa Blanca, le pidieron respeto y le hablaron de actuar contra el narco y los polleros
Cuando la perra es brava… Andrés Manuel López Obrador intentó darle a Joseph Biden una mañanera y le habló de su plan de migración, de la supuesta autonomía energética y no evitó una pedrada al conservadurismo.
López quiso ser durito, decirle cómo tratar la migración, pidió miles de visas y le dijeron que las estaban dando: “el año pasado nosotros batimos un récord en la emisión de visas H-2, que fueron 300 mil”
Biden le envío varios mensajes al mal vestido macuspano, tan claros, como no recibirlo en la puerta de la Casa Blanca o recordarle que hay una larga agenda sin resolver
López hizo cinco propuesta, el presidente de la aún nación más poderosa y primera economía, no le compró ninguna, le habló del fentanilo, las armas y lo
remitió a la declaración de la Cumbre de las Américas.
Pero el necio de Tepetitán quiso darle una muestra de su demagogia y afirmó que “frente a la crisis, la salida no está en el conservadurismo, sino en la transformación…
“Actuando con arrojo, transformar, no mantener el statu quo”, dijo, “actuamos de buena fe y con toda transparencia, porque no debe de haber egoísmos entre pueblos amigos y vecinos”, aseguró López.
Ya en el orgullo de su ignorancia, el tabasqueño expresó esa leyenda urbana izquierdista latinoamericana, sobre que la globalización es usar a China como la fábrica del mundo.
“Con la falaz idea de que en la globalidad no era necesaria la autosuficiencia alimentaria, energética y de otros bienes, porque podíamos importar lo que necesitáramos”, dijo el macuspano.
La respuesta fue contundente: “Creo que tenemos que comenzar a hablarnos mutuamente con respeto en este país. Entonces lo respeto a usted, vayamos a trabajar”, repuso Biden.
“En realidad, el tema de China, de ser la fábrica del mundo, nosotros producimos más productos agrícolas. No quiero sugerir que no hay problemas, porque los hay”, agregó el presidente católico.
A falta de propuestas, de capacidad para el acuerdo, López contó mentiras como la autosuficiencia energética mexicana, la inversión en renovables y la nacionalización del litio.
Seguramente pensó que Biden no sabía que el artículo 27 de la Constitución Mexicana de 1917 desde hace 105 años le reserva a la Nación la propiedad de todos los minerales en el subsuelo.
Penosamente el mexicano confunde a las baterías de iones de lito con la “gimnasia” y la pondera a como “fundamental para avanzar en el propósito de no depender de los combustibles fósiles”.
Peor todavía, sintiéndose Elon Musk, dijo que el litio es “un insumo que resulta y que estará disponible para la modernización tecnológica la industria automotriz entre nuestros países”
Biden, lejos de comprarle las propuestas al macuspano, le habló de actuar contra el narcotráfico, contra los traficantes de indocumentados y del contrabando de armas.
“Hemos estado haciendo desde el mes de abril muchas actividades anti, en contra del contrabando, y también contra la trata de seres humanos y el tráfico de drogas y de armas”, dijo.
La habló de atacar el tránsito de fentanilo, “que es algo que está no solamente matando a muchísima gente, sino también estamos trabajando para detener el flujo de las otras drogas”.
Y fue Biden quien le recordó la tragedia de migrantes en San Antonio y propuso actuar contra “la trata de seres humanos, que afecta a los más vulnerables”, como las “personas que hemos encontrado muertas en un tráiler”.
“Tiene que ser un esfuerzo más colectivo, conjunto con todos los países del hemisferio. Tenemos que atacar esta industria de mil millones de dólares”, dijo Biden.
Pero quien no conoce el lenguaje diplomático, feliz en su ignorancia, dijo en Twitter; que logró proponer un “programa atrevido de desarrollo y bienestar, además de estrechar aún más los lazos de amistad y cooperación”.
Y así las cosas…
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