La decisión de cambiar de lugar la ciclovía de Avenida Universidad ha generado opiniones ciudadanas a favor y en contra debido a múltiples factores como el tráfico, la conveniencia de los negocios y hasta la estética de la calle; sin embargo, ¿el proyecto de la administración municipal cumple con los estándares nacionales e internacionales de vías ciclistas? La respuesta es no.
En octubre pasado, el gobierno municipal anunció una inversión de 110 millones de pesos para literalmente derribar la ciclovía que fue inaugurada el 7 de octubre de 2011 por la pasada administración estatal que había costado –junto con todo el proyecto de regeneración de Avenida Universidad- 200 millones de pesos y que se encontraba en el carril derecho, para ‘reubicarla’ pegada al paseo del río.
La noticia de reubicación se formalizó solamente, pues el Alcalde, Marcos Aguilar Vega ya había dejado entrever entre sus intenciones el cambiar la ciclovía de lugar e incluso llegó a tocar el tema durante su campaña aún como candidato.
Existen recomendaciones internacionales, nacionales y locales para la construcción de ciclovías en las que se explican los motivos para ubicar una ciclovía y todas coinciden en que, por razones de seguridad, esta infraestructura debe ubicarse en el carril derecho por ser el de baja velocidad, es decir, exactamente como estaba.
El Manual de Diseños de Infraestructura Ciclo-Ciclista y Guía de Circulación del Ciclista en Latinoamérica señala: “Puede ser bidireccional o unidireccional. Cuando es unidireccional, se localiza preferiblemente en el costado derecho de la vía, porque facilita a los ciclistas desplazarse en el mismo sentido del flujo vehicular e integrarse fácilmente a una nueva calle al cambiar de dirección. Además, son las de mayor costo eficiencia dado que son intervenciones de bajo costo, rápida implementación y proveen seguridad y comodidad a los ciclistas”.
Por otro lado a nivel nacional el Manual Integral de Movilidad Ciclista para Ciudades Mexicanas señala: “Gracias a esta evidencia es indispensable que la infraestructura vial ciclista, en un entorno urbano, se diseñe lo más próximo al carril de baja velocidad, de forma unidireccional, en el mismo sentido de circulación del tránsito automotor y procurando alta visibilidad en las intersecciones”.
Y finalmente, la organización Saca La Bici, reconocida en Querétaro por promover una cultura ciclista también publicó al respecto:
“La infraestructura ciclista, incluyendo ciclovías y ciclocarriles, debe implementarse junto al carril de baja velocidad; es decir, por la derecha. ¿La razón? Disminuir los riesgos cuando los ciclistas se incorporan a una vialidad, particularmente en las intersecciones con otras calles.
En los carriles de la derecha ocurre el ascenso y el descenso de los pasajeros del transporte público (colectivo o individual, es decir de los taxis) y los automotores se estacionan o ingresan a las cocheras, por lo tanto lo hacen a velocidades más bajas. La bicicleta es un vehículo de baja velocidad, ya que alcanza en promedio los 15 kilómetros por hora. Por ser un vehículo tiene derecho a circular en las calles ocupando un carril completo si éste es muy angosto”.
Impacto de la Ciclovía en los negocios
“Se ve bien ahorita así, no sé cuándo acaben cómo vaya a quedar, pues siempre es un problema el estacionamiento, pero nos dijeron que se iban a respetar los carriles y los lugares donde se podía estacionar, entonces, si se queda así a mí me parece que está bien. La habían puesto del otro lado y aquí mínimo ya la pusieron de este lado”, opinó el dueño de una carpintería, Pedro Hernández.
“A nosotros sí nos afecta, porque se hace mucho tráfico y aparte hay obra en la banqueta y viene muy lento, por lo mismo la gente se tarda mucho en entrar y mejor ya no viene a esta zona y nos bajan las ventas, es muy difícil que se detengan. Vienen construyendo banqueta y cuando llegue acá nos va a afectar más. Las ventas nos han bajado entre el 20 y el 15 por ciento”, Antonio Mata de un negocio de equipo de seguridad industrial.
