El Observatorio Ciudadano de Movilidad de Querétaro (OCMQ) denunció que las mujeres en el estado sufren, además de la violencia y el hostigamiento, de un sistema de movilidad pensado para varones.
De acuerdo con el análisis realizado por el organismo civil, el de la movilidad con perspectiva de género, es un tema completamente ignorado por las agendas de los gobiernos estatal y municipales.
El OCMQ señala que mujeres y hombres, se mueven por la ciudad de distintas formas, pues mientras los varones, por lo general, transitan del trabajo a casa y de regreso, en lo que llaman un desplazamiento pendular, las mujeres realizan labores relacionados con el cuidado del hogar, como la compra de insumos para la alimentación, atención de personas adultas mayores, así como el traslado de hijas e hijos a la escuela, médico y actividades vespertinas, razón por la cual realizan múltiples viajes; es decir, un desplazamiento encadenado.
“El modelo de ciudad en el que vivimos ignora estas realidades. Ciudades creadas para hombres heterosexuales, cisgénero y sin alguna discapacidad, en buena condición física, que viajan solos y ligeros de equipaje”, se indica en el análisis.
Por otro lado, señalan, las mujeres, ya sea se muevan en auto particular o en transporte masivo, empujan carriolas o sillas de ruedas, van cargadas de mochilas, bolsas y bultos que contienen útiles escolares, medicinas, frutas, verduras y abarrotes, al tiempo que llevan de la mano a uno o más niños. Las banquetas estrechas o inexistentes, los puentes elevados o subterráneos, junto con el deficiente sistema de transporte colectivo que es caro, lento e inseguro, dificultan enormemente su movilidad, hecho que repercute en su calidad de vida de manera directa.
“Por si eso no fuera suficiente, son las mujeres quienes en su inmensa mayoría padecen hostigamiento, acoso, violencia sexual en el espacio público. Las miradas morbosas, los tocamientos, los piropos obscenos, las fotografías sin consentimiento forman parte de su realidad cotidiana, quienes, en muchas ocasiones, optan por quedarse en casa si no van acompañadas de un varón, o si no tienen un vehículo privado. ¿Por qué negarle así la calle al 51 por ciento de la población?”, cuestionan
El Observatorio Ciudadano de Movilidad señala que el espacio urbano determina poderosamente la vida, la comunidad y la sociedad que hoy están pensadas en un uso masculino, al que es necesario desterrar.
“Es urgente considerar la perspectiva de género al estudiar la movilidad y considerar las necesidades de nuestras compañeras mujeres. Es imperante el rediseño de la infraestructura de movilidad incorporando los saberes de las usuarias. Banquetas más anchas y en buen estado, con iluminación suficiente a cualquier hora del día. Cruces a nivel en lugar de puentes peatonales elevados o subterráneos.
“Transporte masivo orientado a las mujeres considerando sus labores de cuidado, las niñas y niños que desplazan, así como campañas de concientización contra la violencia en las calles, pueden abonar a hacer nuestra ciudad más igualitaria y segura para sus habitantes, y hoy en especial, más segura para las mujeres”, afirman.