Chicago, IL.- Acabo de visitar la Riviera Maya, que siempre es una delicia en todos los sentidos. Desde la llegada al aeropuerto de Cancún comienza la atención a los turistas que distingue a los centros vacacionales mexicanos.
A excepción de un mal rato en la renta del auto, donde buscan venderte el seguro de cobertura total a como dé lugar, a pesar de haberlo comprado previamente a través de un tercero, el resto del viaje fue literalmente una exquisitez.
Quiero hacer mucho énfasis en la calidez de la gente. Aunque como mexicano usted podría pensar que estoy plenamente acostumbrado a ello, no es así porque en los Estados Unidos la cordialidad es diferente, muy impersonal, muy cuadrada (business is business).
Para empezar en México siempre te reciben con una gran sonrisa, sincera, de corazón. Los mexicanos que sirven al turismo son esmerados en su trato y la calidad de su atención es incomparable. He tenido la dicha de viajar a varios países, por lo que puedo decir con conocimiento de causa que el servicio del mexicano al turismo es de primera calidad, con una afectuosidad inigualable.
No en vano México logró por quinto año consecutivo un número récord de visitantes extranjeros en el 2017. Los destinos turísticos a través del país recibieron 39 millones de turistas de alrededor del mundo; eso significa un crecimiento superior a 60 por ciento desde 2012.
El año pasado el sector turismo mexicano captó divisas por 21 mil millones de dólares; eso es un aumento del 60 por ciento comparado con 2012.
La Secretaría de Turismo acaba de informar que en los últimos cinco años México ha registrado un incremento de 34 por ciento en la llegada de visitantes europeos, de 97 por ciento en el arribo de turistas de América del Sur y de 127 por ciento en la llegada de viajeros asiáticos.
Solamente desde el 2015 al año pasado, esta nación adelantó ocho posiciones en el ranking de competitividad de viajes y turismo del World Economic Forum, pasando del lugar 30 al 22, mientras el turismo nacional también crece exponencialmente.
Las cifras del sector turístico son contundentes. Por eso sostengo: ¡Como México no hay dos!