Al igual que como ocurre con las políticas públicas, el escudo heráldico del municipio de Querétaro se reinventa cada 3 años.
Y es que a pesar de mantener las características que le dan identidad a la ciudad, se ha convertido en moda que cada administración apruebe su propio Reglamento para la Imagen Gubernamental y realice un diseño propio.
Durante la toma de protesta del Presidente Municipal, Luis Bernardo Nava, el pasado 1 de octubre, se pudo observar el que seguramente será el diseño que caracterice a la actual administración aunque por el momento y en tanto no se apruebe uno nuevo, se mantiene vigente el reglamento del trienio pasado de manera oficial.
El escudo que lució en el escenario del Centro Cívico, devuelve la forma recta proporcionada al escudo que había sido ‘redondeado’ con un aire de perspectiva por la administración anterior y regresa a los elementos completos como el sol poniente, el Apóstol Santiago y la vid, que en el actual escudo lucen a la mitad o a la altura del busto.
Sin embargo, el sello de esta administración sería –en caso de que se oficialice el escudo que se mostró en la toma de protesta- el adicionar algunos elementos como un tambor, monedas de oro para simbolizar la riqueza del municipio, dos cañones y como hecho particular pueden verse dos escobas que intentarían replantear la limpieza que fue criticada durante la administración anterior, todo en la parte inferior del diseño.
El Escudo Marquista.
Como se mencionó, durante la administración 2015-2018, el escudo de Querétaro lució la renovación más marcada de las últimas décadas, luego de que los trazos rectos que lo caracterizaban y que incluso se manejan como característica en el reglamento, fueron ligeramente curvos para dar una sensación de perspectiva, además de que fueron exagerados ligeramente los elementos en el lambrequín que rodea al escudo y las hojas de laurel que representan la victoria.
Además, el sol luce a la mitad y se especificó que debería tener solo 8 lenguas de fuego contrario al sol tradicional, además se recortó la imagen del Apostol Santiago para dejarlo a la altura del busto y en lugar de la vid completa y el campo de espigas de trigo, solo se muestran un racimo de uvas y una sola espiga.
La Heráldica Clásica
Hasta la administración de Roberto Loyola (2012-2015) el escudo prácticamente había permanecido intacto con una forma más cuadrangular y con características que permanecieron sin cambios durante un gran periodo de tiempo, pues fue usado por lo menos por las administraciones de Armando Rivera Castillejos (2003-2006), Manuel González Valle (2006-2009) y Francisco Domínguez Servién (2009-2012).
El escudo tradicional tenía la característica de ser utilizado en blanco y negro lo que le permitió adaptarse a las administraciones sin importar de qué partido emanara el Alcalde, sin embargo, a partir del 2015 se oficializaron los colores amarillo, dorado, azul, morado y verde como los distintivos institucionales.
De acuerdo al Artículo 8 del Reglamento de Imagen Gubernamental del Municipio de Querétaro, el Escudo Heráldico es el elemento gráfico o escultórico que identifica al Gobierno Municipal de Querétaro, el cual se compone de la forma siguiente:
Es de forma cuadrilonga redondeado en la parte inferior, cortado en dos partes; la superior del escudo, con fondo azul y en medio un sol poniente con ocho lenguas de fuego, que sirve de peana a una cruz dorada encarnada y en cada esquina superior una estrella de cinco picos. Lo anterior representa la leyenda del eclipse que interrumpiese la Batalla de Sangremal.
La inferior del escudo, se encuentra partida en dos fracciones iguales; a la izquierda se pinta una espiga de trigo dorada y un racimo de uvas, en representación de lo fecundo de la tierra queretana, sobre un campo azul. A la diestra se observa la imagen del apóstol Santiago sobre un caballo blanco, empuñando en una mano una espada y en la otra un estandarte de la realeza española, sobre un fondo azul.
Cada una de las divisiones se encuentra delimitada por una línea gruesa formando un escudo enmarcado por un lambrequín, ambas en color dorado; a los lados de la parte inferior, engarzados en el lambrequín, dos hojas de laurel, simbolizando la victoria.