Más allá de las frases de campaña, como “abrazos no balazos” las reuniones mañaneras del gabinete de seguridad del próximo presidente deberá atender diversos focos rojos de seguridad.
El ofrecimiento es que nos desayunemos con acciones concretas para atender lo ocurrido en las últimas 24 horas y así abatir los índices de delincuencia en tres años.
El INEGI reportó a finales de julio que el total de homicidios durante el año 2017 fue de 31,174 personas, cifra nunca antes vista.
Esos focos rojos están en diecisiete estados de la República en los que la cifra de homicidios creció en más de 50% durante 2017, así como aquellos con mayor volumen de este delito.
Los estados con mayor incremento porcentual son Baja California Sur y Nayarit (210%) seguidos de Quintana Roo (133.2%), Baja California (86.1%), Guanajuato (82.8%) Aguascalientes (80.4%), Querétaro (58.4%) y San Luis Potosí (50.6%).
Los estados con más de mil homicidios al año, fueron Estado de México (3,046), Guerrero (2,578), Guanajuato (2,252), Chihuahua ( 2,144), Michoacán (1,661), Sinaloa (1,617), Jalisco (1,582), Veracruz (1,555), Ciudad de México (1,315), Tamaulipas (1,174) y Puebla (1,070).
¿Habrá miel sobre hojuelas entre la federación presidida por López Obrador con los gobernadores del PAN, PRI, PRD y del propio MORENA?
La madrugada del 2 de diciembre se comenzará a visualizar si se extiende la luna de miel o se servirán “huevos divorciados” con sabor amargo para la población.